jueves, 31 de diciembre de 2015

de viaje...

A la orilla del sueño
Anhelo el pañuelo blanco

sin el corazón cortado
o cortando
latidos de niño áureo

tu lado de la cama
está en otro continente
y nos tocamos

y soñar
que crecimos juntos
que antes de dormir
despertamos
el alba en nuestras vidas

y que juntos coleccionamos
horizontes, postales infinitas
momentos sagrados

martes, 22 de diciembre de 2015

Profecía

Oh Todo:

La energía experimenta la materia
Emergiendo de manifestaciones densas
Invicta, resurrecta
con toda su potencia

Me reflejo en la marea
Incansable amante
Que se rompe y se levanta
bramando indomable

Soy más viejo que antes
Pero he de tirarme
Como un sol al oleaje
Con el fervor de los pescadores
A la virgen del Carmen

Me he visto volver a enamorarme
Y aún que no ha pasado
Tengo una foto
De antes de un viaje
Brotará en las áridas llanuras
El milagro de carne
Más fresco y más suave
Enterraré lo razonable
En la hermosa verdad

beberé de aquella boca
Que se dé
hasta la última gota de su ser
Y entonces, seremos uno
Y no habrá nadie

viernes, 18 de diciembre de 2015

1000.000 de meses

Un millón de meses tengo, con la columna hecha un Frida Kahlo, pero no importa tanto, porque tengo tras los ojos un millón de meses contemplándolo todo, de Sol en Sol. He visto los muertos con su dialéctica de triste hueso, a los indios con su lengua de tierra, a los blancos presumiendo de guapos, a los negros, presumiendo de negros, y concluyo, que nada empezó nunca más allá del simulacro. Que lo mejor nos está esperando con las prácticas de 100 vidas... o 1 millón de meses... concluidas

Aventura accidentada



Aventura accidentada

 
Sábado 13 de Diciembre del 2015

Escribo desde el hospital de Palmor, provincia de Santa Marta, me tiré al agua desde un puente de unos 10 metros de altura y caí mal. Procedo a contar las circunstancias que me llevaron a tan lamentable accidente.

Me despedí de Marina, mi compañera de viaje unos días atrás, buscando mi propio camino a través de las señales que nos da la vida. Estaba en un autobús, observando pensativo por la ventanilla y preguntándome, ¿a dónde voy ahora? Entonces, divisé dos indios kogui, vestidos de punta en blanco. Justo en ese momento le estaba pidiendo al universo una señal, así que decidí ir a la Sierra Nevada con el propósito de aprender de sus medicinas ancestrales.

Fui en autobús hasta San Pablo y allí me dirigí a una pequeña bodega regentada por un niño.
- Amiguito, ¿cómo se sube hasta San Pedro?
-Mi padre te lleva en moto
-¿Puedo hablar con él?
Al poco, salió un hombre joven y fuerte al que saludé y estreché la mano.
-¿Cuánto cuesta subir a San Pedro, amigo?

Ya se estaba haciendo de noche, él dijo una cifra elevada, la bajamos un poco y nos pusimos en camino... El atardecer era impresionante: montañas boscosas en toda dirección y la majestuosa sierra recortándose contra el fondo malva y azul oscuro.
La trocha, de cabras, pero sorpresivamente nos cruzamos un pequeño camión dando brincos ladera abajo. Finalmente, llegamos.
Aquello parecía una colonia del lejano Oeste, estilo montañés, hombres con sombreros a lo cow-boy y machetes envainados al cinto con flecos de cuero, las mujeres, poco femeninas, de miradas torvas y alegres risotadas. Dormí en el hospedaje del carnicero.
 
Olvidé decir que José, el motorista y yo, habíamos acordado que le llamase a mi regreso, su hijo quiere hacerse un didgeridoo y su padre, un tratamiento de reiki. (Cuando íbamos ladera ariba, notaba un pequeño crujido en la articulación de su hombro y me confesó que fue producto de una mala caída en moto.)

Limpié lo mejor que pude aquel matadero que había sido mi habitación con mis instrumentos y después me los llevé a la calle para tocar con los jóvenes del pueblo.
No habían visto nunca ni un didgeridoo, ni un cuenco tibetano, ni una flauta cherokee... y todos estuvieron tocando! Trajeron, además una guitarra y en seguida se armó la fiesta.
Al día siguiente me puse en marcha muy temprano, después de tomarme un tinto (café negro con panela, muy sabroso y cargado) y llegué en moto a San Javier, la localidad más cercana a Don Lorenzo, un indio kogui de 100 años...un mamo, un líder sabio.

En San Javier estaban en plena cosecha de café, no muy alegres por cierto, este año no hubo tanta abundancia como el anterior. Me encontré con un guajiro gallardo, tienen un porte elegante y altivo, como heredado de sus ancestros conquistadores. Este hombre me llevó a un mirador desde donde me señaló el campamenteo Kogui.

-Tienes que bajar la quebrada, cruzar el puente colgante y tomar el camino de la derecha así lo hice, bajé unos 300 metros de altitud, dando saltos con la mochila y el didgeridoo, pero al final todo sucedió de manera muy diferente.
Me perdí un poquito, pregunté a unos colonos que me reencaminaron después de convidarme a un agua panelita, aquí te invitan siempre a algo... un tinto, un juguito, un agua panela... es la legendaria hospitalidad del guajiro colombiano: Café, machete, arepa y sombrero... botas de caña alta, caballo o motocicleta, bigote y buena leña para la hoguera... Buen día, ¿cómo ha estado? ¡Dios me lo bendiga!
Recordé mucho la historia de los Aureliano Buen Dia, aquí el menos pintado se llama Anselmo o Don Cipriano... tienen miles de parientes en la vecindad y presumen de sus tierras y posesiones sin olvidarse nunca de darle gracias al Señor.
Finalmente llegué a donde los koguis... los niños me miraban desde lo alto de una loma que iba remontando paso a paso. Allí mismo se presentó Don Lorenzo ¿100 años? Aparentaba 60, su padre, un gran Mamo, había llegado a los 125.
En ese momento le andaban visitando el de la luz y la de los colegios. Cuando se fueron, Lorenzo parecía algo preocupado. Preguntó el motivo de mi visita, le dije que me interesaba onocer la medicina de su pueblo y su sabiduría, que yo me de dedico a las medicinas alternativas, que para ello cargo los instrumentos... en esto se interesó súbitamente
-Toque, ¡Toque! ¡Haga el favor!
Y toqué el didgeridoo, la flauta cherokee, el cuenco tibetano... y el mamo pedía más.
entonces le hablé de las runas célticas y se las leí a él solo, es algo muy personal.
Yo sentía regalarles algo, le di a elegir y sin dudarlo, escogió el cuenco tibetano.
Se puso muy contento y me dieron de comer yuca con huevo. El mamo vestía unos elegantes harapos blancos, hablaba con la boca llena de coca en kogui o en español indistintamente.
Después de comer me llevaron a sus tambos, unas impresionantes construcciones de madera y pluma de gallo, las hojas con las que cubrían el techo de forma cónica.
Tras esto, fuimos a las cataratas, tan hermosas y deliciosas aguas que me sumergí en ellas hasta diluirme en silencio.

La noche, estuvo cargada de historias, Don Lorenzo me contó como estuvieron al filo de la extinción con el gobierno militar del 45 que pobló las montañas de colonos armados y después, con la guerrilla y los paramilitares que en ocasiones les acusaron de colaborar con el enemigo... Don Lorenzo en aquella época, era estudiante y vivía con los civiles, se había rapado el pelo, separado de su tribu, hasta que comprendió, que había llegado el momento de volver. Entonces, asumió la defensa de los koguis, pocos hablan bien el español y menos, han estudiado en una universidad... se aliaron con los arahuacos y otras etnias locales y argumentaron que ellos protegían las cuencas hidrográficas que alimentan de agua las ciudades costeras, que acabar con los asentamientos, era acabar con el agua, que la misión del kogui es proteger los bosques, ríos y animales y que los colonos tenían que “volver pa bajo”... el gobierno de turno reconoció la función preservadora de los recursos naturales de Santa Marta y declaró Reserva Nacional buena parte de su territorio, también legalizó las colonias existentes pero paralizó cualquier nuevo asentamiento. Fue así que tras el periodo más caliente de la guerrilla, koguis y arahuacos volvieron a vivir tranquilos.
Todos aquí tienen hermanos, amigos, padres o madres muertos o desaparecidos por la guerra, afortunadamente, todo en esta zona, se ha calmado.
Antes, los colonos sembraban coca, marihuana, o amapola blanca, ahora, además de sus cultivos de mango, yuca y banano cultivan, para exportar, el café. ¡Bendito café!

Don Lorenzo me contó como hacía “trabajos” rezando y saliendo de su cuerpo para recuperar dineros perdidos, proteger de enemigos, causas legales... por la noche estuvimos cantando y al día siguiente me despedí y me puse en camino a San Javier. Afortunadamente, Gabriel, su hijo menor, me acompañó, cargando mi didgeridoo, con lo que se cumplió mi esperanza de subir sin cargarlo.
Una vez arriba, y tras tomarme un tintico con unos improvisados amigos, conocí a Carlos, un cafetero mototaxista  que se ofreció a llevarme a Palmor. Filosofamos por el camino, me preguntó ¿cuál es tu Dios? El amor y la bondad le respondí... y eso ¿cómo es? Osea, yo soy de la iglesia evangélica cuadrangular... Eso no importa, le respondí, mi Dios, o el del mamo Lorenzo o el tuyo...No creo que sean muy diferentes. Seguimos hablando de esto y otras cosas y nos bañamos en un río, comimos algo y finalmente, llegamos a Palmor.
Después de la visita subimos a su casa por una trocha empinada y selvática, si no fuera porque paramos 3 veces a tomar tinto o agua panela por el camino, no sé si hubiéramos llegado, por fortuna, por el camino fuimos parando en casas de familiares y vecinos. La muerte andaba cerca y hubo una vez que casi no, que me caí ladera abajo, por fortuna, me detuvo un arbusto a tan solo dos metros. En su casa cantamos y tocamos la guitarra improvisando una canción con las cosas del camino. Esa velada dormí en la parte de atrás de su camioneta. Una vez más me levanté de noche, medité, desayunamos y nos pusimos en camino. Tras comprar una libra de exquisito café en casa de unos vecinos amigos de Carlos, fuimos hasta un río muy bonito que tiene un puente muy alto. Allí, quise enfrentarme a mis miedos... Carlos me aseguró que era bien profundo y que allí la gente, se tiraba. Recé, me desnudé, y me regué un poco de agua en la cabeza y las muñecas... agua de deshielo... pucha... no fue tan difícil como pensaba, era como si ordenase al muñequito de mi cuerpo que saltase... y saltó... me encantó la adrenalina y la sensación de vacío, lamentablemente, no caí del todo recto y al frío de la torrentera se sucedió el estupor del dolor y la torpeza de movimientos. Llegué jadeando y nadando a perrito hasta la orilla. Mi buen amigo, que quizás es demasiado puritano para ver a un hombre desnudo, no se enteró de nada, se fue a buscar la moto y me quedé agónico y solo.
Me puse a rezar mientras me retorcía en la arena buscando una postura que me calmase. No la hallé, mantré la palabra Amor y me puse en pie. Necesitaba la ropa, pues estaba temblando de frío. Entonces, me dirigí desnudo hasta mis prendas, me las puse como pude y me preparé para lo que Dios quisiera, mis dientes castañeteaban, mi cuerpo temblaba, pero el paisaje que me rodeaba era simplemente, maravilloso. Un Dios de agua entonaba su voz blanca. Por ahí pasaron dos caminantes y no se quisieron parar a ayudarme, me saludaron y se fueron. Llegó Carlos, ángel del camino, rezó por mí y mal que bien, me subí a la moto, sin dejar de rezar. Cada bache era un ¡ay! Pero llegamos al hospital, donde me atendieron muy amablemente. Me tomaron los datos y me inyectaron un relajante muscular. Aquí estoy en el hospital, pienso que nada de esto hubiera pasado sin mi egoísmo y obsesión por ir a Palmor. Tenía que haber bajado a San Pablo a hacer ese tratamiento de reiki al mototaxista, pero poco importa ahora. Rezo por llegar bien a mi casa. Mañana vuelo a Bogotá y de allí a Madrid. Dios quiera que haya vuelos y me alcance el dinero. Gracias al Amor por todo y bendiciones para todas y todos. 

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Terminando un viaje...


Balance


Oh Todo:

El viaje, incesante desfile de gentes y paisajes
es una lección de desapego constante

Llevar lo imprescindible
paz para vivir
alegría por combustible
poesía para compartir
y la esperanza indefinible
de un abrazo fraterno
con todo lo posible

serpenteo por la selva
registrando en la hamaca
instantes como perlas

en la urbe camelleo
trocando monedas
por jirones de sueños
en la montaña pirateo
pulgarcito entre canecas
huyéndole al invierno
y en la costa...
por fin la veo!
desde la Lima cenicienta
cocinaba este sueño

Gracias al Todo
gloria por siempre al bondadoso
que riega los corazones
haciendo del yo
nosotros

sábado, 28 de noviembre de 2015

Encantacierto

Encantacierto


Oh Todo:

Las esbeltas siluetas 
se manifiestan
bailando, con el viento
por la naturaleza

Y miro la luna 
su pecho de espuma
se estrella en la orilla
rompiendo el espejo
en que se suele mirar

fuego cruzado
entre la yerba y el cafetal
alumbrándome por dentro
por una nueva humanidad

Me sé mayor que hoy
por eso salto, subo y caigo
para regar con mis pedazos
la tierra que también soy

y subirá lo más ligero
a sumar al firmamento
una patria de versos
lugares, amigos, momentos
que casi no merezco
pues he sido un pirata
que roba el corazón
en nombre del desapego

mis manos encallaron 
en el mástil de la guitarra
cuya metralla revolucionaria
pertenece a la ilusión

pero el viento cantó
y se llevó mi falsa alma
bajo el asiento de un motocarro
Y tan solo me dejó
los instrumentos que sanan

cántale a los niños

me dijo el taita
y se lo dejé al universo
Sea EllaÉl quién lo haga

Y lo hizo
Montañas de gracias
Yo, entregado
Su magia me encanta

viernes, 6 de noviembre de 2015

Arco de Amor


Una sutil transparencia
surge de la jungla
las caderas de lluvia
alcanzadas por el sol

Es el arco del Amor
el gatillo de las almas
pues puede remontarlas
de una a otra dimensión

Árbol de Ygdrassil
le llaman los ancestros
a este árbol gigantesco
donde cuelgan las estrellas

Y las centellas surcan mi cara
en la noche arcana
condensada en deseos mortales
Ya no quedan impares 
es la última velada
y se afilan las guitarras
para escalar con el alma
una oscura montaña
llamada yo

Serán los oídos
herederos de la noche
y el que pecho adentro se arroje
flecha del arco de colores 
de la enramada galáctica recoge
su alma, perenne flor

Luis Carmona

jueves, 5 de noviembre de 2015

De vinos y barcos

                         Una nariz privilegiada

Érase un país que vivía de la agricultura, de las vides y las aceitunas. Escanciaba vinos y aceites preciados como el oro. Había en ese paisaje, de arena y paja, de robles y montañas, una enóloga llamada Jana, que degustaba los caldos y daba su veredicto en forma de poesías.

“El néctar ambarino de este borgoña es a la nariz profundo, de fruta y madera, a la lengua es dulce y delicado, con fina aguja enhebra los tragos como las notas de una melodía en el dorado atardecer”

o

“En el cristal de la copa reposan los rubíes de este cabernet, se aproxima un vago aroma de jazmines y a llegar a la boca, sorprende su cuerpo cavernoso de barricas de roble con un fino mariz poroso y liviano, de joven crianza”

Jana vivía a las orillas del río Duero, en un antiguo barco cosechero que llevaba uvas hasta Oporto. En su casa flotante recibía las botellas que degustaba antes de comer o a media tarde, entonces redactaba sus poemas con la luz atravesando los cristales de las copas y creando arabescos y filigranas con el movimiento de sus aguas embriagadoras.
Lamentablemente, Jana tenía amistades peligrosas, enólogos envidiosos de su olfato y de su lírica preciosa, reconocidas bodegas contaban con Jana, que por otra parte, aceptaría difícilmente aceptaría otra cosa, pues siempre rehusaba escribir sobre caldos mediocres.
En aquel barco vivía Jana con su familia cercana, su compañero, jardinero de las vides, compartía sus aficiones, la música, el vino, la poesía…
Su hijo, Marco, jugaba con la chavalería de los alrededores, iba a la escuela en bicicleta y espiaba a los pájaros y a los astros con unos viejos prismáticos que pertenecieron a su abuelo.
Un día, la familia fue invitada a cenar en la casa de un fabricante de vinos amigo suyo, llegaron y para su sorpresa, otro enólogo invitado, de la competencia, les hacía compañía.
Fueron a la mesa y hablaron de diferentes frivolidades mundanas que no lograron distraer a Jana del sabor del vino que paladeaba.
Era realmente desagradable, ¿contendría levaduras químicas? No sabía a tierra sino a laboratorio. A pesar de haber dado un solo sorbo, comenzó a perder el olfato.
Había sido envenenada.
El bromo, una sustancia que deja la nariz insensible a los aromas y mortal en grandes dosis surtía su efecto rápidamente. Quiso levantarse, pero apenas dio unos pasos y cayó desmayada, en coma.
Durante su sueño escuchó vagamente los sonidos del alboroto, su trayecto al hospital, el llanto de su hijo, la ira de su papá que no podía menos que sospechar, pero el sueño era cada vzez más pesado y pronto, se vio fuera de su cuerpo. Volando hacia todas direcciones a su antojo ¡libertad!
Entonces pudo ver más allá de sus ojos, escuchar sin los límites de los oídos y oler por encima de lo humano, captaba la composición química de las plantas, de las raíces, de las hojas, captaba todo el abanico de gases que se mezclaban en el aire, el hidrógeno, el oxígeno las fórmulas mágicas con las que se comunicaban las plantas…
recorrió las bodegas captó los aromas más sutiles que jamás soñó con conocer en cada sorbo…
las manos de los campesinos, los pies de los pisadores, por edades, sexo y por colores… supo a quienes perteneció la fabricación del vino.
Entonces vió una luz apacible y cegadora, un túnel oscuro con ánimas como luciérnagas de colores…  experimentó un movimiento acelerado, una gran atracción y al llegar a la luz brillante ondas de amor atravesaron su alma, estremeciéndola en un éxtasis delicioso, así permaneció. Al cabo de un tiempo incalculable en el blanco denso de la energía en estado puro, una luz azul de rasgos semi humanos, se dirigió a ella.
-Vuelve, Jana, has de cuidar a tu familia. Sigue escribiedo poesía. Podrás salir del cuerpo y hacer tu trabajo durmiendo, mejor que antes del envenenamiento.
Jana despertó  para alivio y ozo de su amor, el de su hijo y su marido, sin embargo, perdió el olfato y el gusto… el vino era insípido, apenas podía apreciarlo… sin embargo, al quedarse dormida salía de su cuerpo, aspiraba directamente de las barricas y sus poesías se fortalecieron, mejoraron… crecían.
Aquel enólogo traidor, tuvo que conformarse con vivir peor, puesto que Jana, se adelantaba a sus trabajos, yendo mientras dormía a las botellas que le iban encomendando a este señor, y adelantándose con sus poesías… se convirtió en la enóloga más prestigiosa. Su mundo se amplió y aprovecharon para arreglar su barco y poner rumbo a donde les decía el corazón. Portugal, Andalucía, África, Canarias, Cabo Verde, Centro América… Jana mandaba sus críticas a bodegas de Francia, Chile, Italia…  mientras viajaban en barco educando a Marco a tiempo completo, degustando los mares y los cielos, recorriendo poco a poco los atardeceres y amaneceres de las playas más hermosas del mundo entero.

 Luis Carmona Horta

elamorlocuratodo@gmail.com

viernes, 30 de octubre de 2015

respiración circular

Las nubes imaginan mentes
cambiantes, inteligentes
los frutos de los árboles
son humanos
sentados a su sombra
y todo te nombra
vehementemente
¡oh! bien soberano

La imaginación se remonta
a la fuente eterna
a lo no manifestado
y lo que no tiene forma
desciende, hasta ser creado
velo a velo, deja su carga
eléctrica, luminosa
consciencia inconclusa
Que se sucede vertiginosamente
piedras, plantas, peces
diseñados
por un ser iluminador e iluminado
que es amor diseminado
en toda dirección

¿Y de los infiernos?
de todo hay en la viña del creador
vinos y vinagres
banquetes y hambres
me da la impresión
de que estamos
en el sistema digestivo de Dios
deboramos la materia
y nuestra vida
es la energía
que vuelve a la fuente
de donde partió

martes, 27 de octubre de 2015

Amor de Gaia

Remonto un río cristalino
y es tan fino el hilo que nos separa
que se rompe y nuestra mirada se baña
y se solaza, en los fulgores que irradias

hay trenes varados en los alrededores
son las casas de la gente que viaja
sin salir de cajas ni cajones



mi alma alucina versos fluorescentes
somos todos afluentes
he de verme sano de nuevo
y me muero volando
a lomos de animales
y hablando con las hojas

me pica la conciencia
de ser uno con la urbe
me rasco un suelo arrasado
deseo salir de este plano
pero ante todo
he de amar la verdad

 me doy pena al naugragar
en un yo individual
que desconoce el organismo
de este planeta Gaia
tan enfermo y hermoso
que siento hasta reir
con lágrimas en los ojos

domingo, 18 de octubre de 2015

volver a nacer

Toco rampantes telurias
con digitaciones improvisas
escribo murmullos plumosos
en la espalda de los minutos
y regreso adulto a mi llanto inicial

Me consuelan cantando en la selva
un coro de indios , grillos y chicharras
todos los sonidos que eché de menos al nacer
vuelven y me crecen
Me crié mecanizado, fallecí al nacer.
Me dan a luz, cambio la piel
Germino en el suelo solar
y enciendo mi materia

El amor todo lo mezcla
somos mutantes
en la mente del Ser

El paraíso es un para qué
la pureza de las plantas
es un niño en la teta
de la madre naturaleza
bebiéndose al astro rey

hijos de la noche
amaneció
no hay más ley
que el Amor

Glorioso es el Ser
licúa caretas
esculpe las estrellas
y nos tatúa verso a verso
el corazón

jueves, 15 de octubre de 2015

Viaje por la selva




Viaje por la selva


Quillabamba, (la pampa de la luna) es un lugar bien hermoso, si bien, aquejado por una sequía agravada por el robo del agua para hacer piletas, como es el caso del balneario de 7 Tinajas. Lo bueno es que tiene muchos parquecitos y conocí a gente bien chévere, como Jaime Claverí, un profesor de instituto y voluntario solidario que me llevó en su moto a conocer Quillabamba y sus alrededores.
Tomé un bus hasta Ivochote, a las 2 de la mañana. Las cazadoras de clientes intentan llenar sus respectivas combis con todo tipo de tácticas, que van desde ofrecer descuentos hasta tirar de tu brazo y meterte a empujones en su oficina.
Conseguí dormir un poco, aunque de vez en cuando despertaba con mi cabeza golpeando la ventanilla, había más baches y curvas que en cualquier otra carretera que haya visto en mi vida, además el tipo conducía a toda leche escuchando reggeton con acantilados insondables a los lados de la carretera.  Increíble.
Llegué a Ivochote cargado de víveres para pasar de 3 a 5 días en un bote.
Lo primero, la interminable espera si es que hay sitio en el bote, estos son largos, con la proa levantada (si no, no pasan el pongo)  y una lona en la parte de atrás que te protege un poco de la lluvia y del sol.
Después, el cabotaje, ayudar a cargar el bote, para pagar menos pasaje… cuando fui a Amantaní cargué muchísimas gaseosas… esta vez me tocó cargar un montón de medicamentos. ¡Qué mierda! Era todo clorato de hierro contra la anemia. Otra técnica de desarraigar a las personas y alejarlas de sus curanderos. Seguro que la gaseosa les da anemia. Ya podían llevar lentejas o espinacas… ¡en fin!  Luego la carrera a ras del agua por turbulentos rápidos y desahogados remansos… observar las ciudades naturales, fortalezas inexpugnables, apreciar el agua verde, el verde frondoso, el verde soleado, verde fresco recién nacido, verde azul, verde viejo, verde anaranjado…
Rocas tubulares, estratificadas, rocas negras pulidas por el río, piedras solares… divisar de cuando en cuando alguna choza de techo de calamina, algún puente, algún cable y por fin… no ver basura por ninguna parte… solo agua y verdura salvaje. Entonces ver las calvas de la selva, ver a nuestra madre talada y quemada con heridas abiertas, que tardan en curarse.
Y romper las aguas como furiosos titanes doblegados por delfines suaves.
El capitán es silencioso y fuerte, habla con los ojos y ordena sin inmutarse, pero guarda miradas tiernas para su hija y la madre, levantamos el motor, viramos a estribor y se alzan montañas descomunales, mundo mítico para toda clase de animales salvajes. La pared del bote es de metal y nos mantiene a flote mientras el agua se desaloje.
El sol es fuerte y cruel con la piel blanca de la noche, los cholos a proa, llevan puesta su sombra, son curtidos hombres. El timonel vigila los escollos hipodérmicos del río.
Gracias al Amor, conoce el camino. Se divisa un tractor y el río se estremece ante la falta de árboles.
De pronto un duende esculpido en la roca, se ven su cara, sus traviesas formas.
Y el río se revuelve casi el capitán despega la boca.
Pero solo lo hace, cuando se cruza un bote, el timonel se despide y vuelve a Ivochote. Ahora el capitán toma el motor, se acerca el pongo, me parece mejor…

Pongo de mainike

Pasamos bajo un puente inexistente, del tiempo incaico, ofrendamos coca, buenos presagios, a pesar de las nubes que se arremolinan arriba.
Se ordena correr la lona, nos ponemos los chubasqueros, comienzan los rápidos. Algunos caminos acuáticos no tienen retorno, acaban encallándose en las piedras.
Siempre de frente, la belleza se presenta…
Cascadas blancas, potentes surtidores ríos desembocando por angostos cañones.
Columnas de hiedra, exuberancia fresca. Reino elemental de la clorofila.

El afilado barco le corta la barba de espuma al pongo bramando en torrenteras.
Somos las temidas fieras que todo lo envenenan.
Pero el pongo ejerce su dominio 3 meses al año
el río está tan crecido
y hay tantos remolinos
que es fácil que se hundan los barcos
Sigue la travesía, me alimento de plátano, miel y de avena.
Un arroz a la cubana, en una comunidad de la zona… fruta fresca.

Pero lo que más me llena, es esta deliciosa selva.
Me voy a los confines del mundo, hacia fuera y hacia dentro
somos pilotos de un rumbo que fundamos nosotros
en lo más eterno del momento.
caerán las hojas de mis libros
y seré versos en el viento
para los oídos del silencio.

Cataratas de clorofila se derraman por las laderas
las chozas de calamina
cobijan historias de sudor y estremecimiento
protagonistas de la abundancia en la miseria
hay que vivirlo para conocerla.

amanecer en la hamaca con la esterilla enrollada
para amortiguar los golpes de los bandazos contra las paredes del barco.
a la voz de –levanta que vienen bananas
decidir que eso no tiene nada que ver conmigo y seguir durmiendo
entonces ¡zas!
banana viene, banana va
levantarse como se puede y ver el amanecer como una esfera de rubí al sol , como una postal tropical sin parangón, comprender que todo está bien y relajarme de nuevo, poco a poco.
Contestar a las preguntas típicas que me hace un indio… de cualquier modo. Entender que ser simple me cuesta un poco… veo un espejo en los ojos de los indios. ¿Qué verán los otros?
Y llegar a Sepawa, y de allí a Atalaya, finalmente, llegar a Pucallpa…
sin un céntimo, confiar en la magia… otra vez abundancia. ¡Gracias universo!
Ahora me voy a vivir con Herminio, un taita (padre), un amauta (maestro).
Después de tanto viaje por fuera, ahora toca, viajar por dentro. 

domingo, 11 de octubre de 2015

Hojitas de coca



Oh Todo:

En solidaridad con los pueblos nativos peruanos, en paro contra la prohibición de la hoja de coca

tengo en la boca un poema

con el sabor amargo de la coca

que se reza hacia dentro


¿quién osa desafiar a la hoja

y se esconde tras las banderas

ondeando pensamientos metálicos?


Soltaré las palabras que muerden

sobre el que tale a sus ancestros


Consagremos nuestro cuerpo y nuestro organismo terrestre

les ruego humildemente

que no lo envenenen


¿quién no tiene pulmones

y no ve en los ríos su sangre?


No venda a sus hijos

al silicio, al koltan o al litio

libérenlos del suplicio

de no conocer a su Madre


Sus necesidades son las nuestras

productos naturales

destétenlos del vicio

o surgirán del vacío

como plantas y animales

se acabarán los poemas

se comerán las ciudades

y desaparecerán los dioses

que despertaban con las hojas

en hermosos rituales

lunes, 5 de octubre de 2015

Noche magnética

Los collados se arraciman
en la noche altiplánica
son causa y efecto
del gran misterio
espíritu multimedia
y en estéreo
para la guachada
de genios
que han salido
de la lamparita de los deseos

encuentros en certera fase
inmolando el instante
energía para la luz
de las marmotas sonámbulas

los pronósticos ambulan por lo incierto
tan solo la muerte es una inversión segura
parte de la vida que se augura
respuesta a varias preguntas

detrás del espejo infinito
alfa y omega bendito
somos en algún sitio

fuimos partidos
reunimos formas
donde mirarnos
tiernos y expandidos

elijo
me entrego al sueño
y veo por el ojo derecho
que todo lo destruye el tiempo
y por el otro
es extraño y hermoso
nos contempla algo eterno

viernes, 2 de octubre de 2015

pertenencia

Oh Todo:

Escribo surcos en la chacra
y el sol me pinta la cara
me asedia un mar de dudas
saldo mis deudas kármicas

me abraza el misterio
dialogo con los hechos
y mis ojos descansan
en los pechos de la Pacha

fiera que finge dormir
soborno en la frontera
escucho la espera
me pongo a escribir

no me siento español
ni viajero ni poeta
ser ayudante del viento
es mi única pertenencia

Día tras día
escancio la esencia
nado si nadar
es andar en la nada
amor y libertad
nada más nada

sábado, 26 de septiembre de 2015

Lírica enlunada



Ahí está la luna
como si un apu de la puna
guardase las nubes en su esfera blanca

como si el cielo llevase un collar
y nos mirase, señalando la dualidad
con su yinyang
en esta pampa apenas rota por quebradas
serpenteando entre retamas

comprendo que todo está bien
sin menoscabo de la adolescencia
De la humanidad

que no importan tanto
las leyes ni la ciencia
que en este silencio
reina la inocencia
y que todo está bien
imponente y alerta
dotado de una consciencia
que por más que corramos
siempre anda cerca

las nubes se sonrojan
las sílfides las soplan
dibujando arcoíris
sobre el páramo y la roca

el lago se acerca
Titiqaqa que sueña
con las razas hermanadas
a sus orillas
de manos dadas
cantando con el alma

ya viene la noche
cantando cuentos
y contando guitarras
para hacerse presente
liverdad espontánea
Ya viene la noche
y mi boca callada
suspira por la luna
que se llena sin mi amada
así es, y no pasa nada
pues siempre está lleno
aquel que ama

viernes, 25 de septiembre de 2015

bichito de colores

Oh, qué fortuna
nuestros pasos nos lavaron
y estamos entre el sol y la luna
alineados


contemplando los últimos rayos


y la yerba bailando


seguir a los pies es bueno
nos pasean como a perros
y nos llevan a encontrarnos
Extraviados y contentos


este insecto de colores
pasea por mi texto
como por el campo
divino poema
me gusta hacerlo

sábado, 19 de septiembre de 2015

Lulo o la colmena de colores

Lulo (o la colmena de colores)

Lulo era un ejemplar de libélulus barbarus, una especie famosa

por el azul intenso de sus cuatro alas. 
Él regentaba un negocio desde hacía cuatro años, su especialidad era el polen y
se enorgullecía de vender el de mayor calidad, hecho a base de libar margaritas.
Sus mejores clientes eran las abejas de Colmena del Pino, una colonia famosa
por las danzas folklóricas que celebraban sus obreras, que lentamente fueron
perdiendo productividad y conciencia de clase en provecho del garbo e incluso
el duende que suscitaban algunas de ellas.

Lentamente fue aumentando el déficit en la colmena y la reina retrasó las

jubilaciones y subió los impuestos (aunque rechazó tocar el impuesto sobre
zánganos y celdillas inmuebles) 
La mayor parte de las abejas hicieron como las ovejas, ensalzar al pastor y
criticar a la negra, pero un par de avispadas obreras que a la sazón, eran
amantes de Lulo, urdieron un plan. 
Volaron hacia las amanitas de Fresno Fresco y conocedoras del alto poder
psicoactivo de sus esporas las recolectaron en gran cantidad y rogaron a Lulo que
adulterase el polen destinado a Colmena del Pino. 
Lulo aceptó encantado, nada le hacía más ilusión que imaginar la monarquía
ensetada pues en sus tiempos tuvo escarceos con el partido libélulo-guillotino.

Primero fueron las abejas encargadas de hacer la miel las que notaron que se

trataba de un polen distinto, su aroma denso y embriagador las hizo terminar el
trabajo cuanto antes para poder ponerse a danzar.
Pronto, todas las abejas cataron el suculento néctar de amanita, su miel era de
un dorado colorado y sus hermanas de pronto eran más bellas, peludas y
zumbonas.
Todas querían participar de las danzas folklóricas, pero pronto la reina, montó
en Cólera, su avispón de transporte y se unió a la fiesta. 

Poco después la reina tuvo una idea:

-¡Obreras! sujeten el panal espacial, que nos vamos zumbando.
Las abejas sabían lo que ello significaba, abandonaron sus danzas folklóricas y
se pusieron a acarrear el panal, por encima del pinar. 
Las abejas estaban entusiasmadas, pero lentamente dejaron sus puestos para
seguir libando y pronto, las pocas trabajadoras que quedaban exclamaron ¡BZZ!
BZZ! Y demás gritos semejantes muy adecuados para la ocasión. 
Sobre aviso, las abejas evacuaron el panal, que se sumió en un picado que no
tardó en encontrar el suelo. 
Afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas mortales entre las abejas, tan
sólo murió Cólera, que estaba atado a una celdilla y murió empachado de miel
psicotrópica. 
La reina, que no pudo montar su avispón de transporte se
enfadó muchísimo. ¡Traed a Lulo! ¡Ha cortado el polen con sustancias subversivas! 

Una nube de zánganos se precipitó sobre el campo de

margaritas, polinizando furiosos las flores que registraban. Pero cuando
avistaron a Lulo, este batía sus cuatro alas como alma que lleva el libablo. Le
persiguieron durante una semana zángana (que equivale a tres horas humanas)
pero cuando casi le tenían a punto de aguijón Lulo hizo un picado, penetrando
en la casa de su amigo Hermes, el hormigaón armado de potentes mandíbulas
ejercitadas a base de comer simientes triposas. 
Las hormigas, conocidas por sus alegres autosacrificios cuando la causa lo
requiere, le internó en un túnel en el que cultivaba hongos de interior y
taponó la entrada con su propio cuerpo, los zánganos se internaban de culo,
para amedrentar con sus aguijones, pero el hormigón armado constituía una pared
infranqueable. 


Poco después llegaron las abejas restantes y asediaron a

Lulo hasta que este accedió a negociar. 
Cuando le llevaron a comparecer ante la reina, Lulo, con un diestro movimiento
de patas, sacó un saquito lleno de esporas de amanita y lo sopló con fuerza
sobre la reina madre. 
La reina, le miró furiosa e iba a ordenar su ejecución inmediata cuando
estornudó y estornudó… Cada vez que se contraía su abdomen salía una larva y
todas las abejas bizbizeaban emocionadas… por fin, ordenó a sus obreras ponerse a bailar hasta nueva orden, los zánganos cobraban entrada y con lo recaudado aquella noche,
pudieron seguir comprando Polen a Lulo, que fue feliz y mantuvo el monopolio de polen a Colmena Danzona. 
Tras mucho vender se fue a la selva brasileira, donde conoció una libélula
llamada Líbera, con la cual tuvo una hija llamada Lula, que como nació en la
selva se apellidó Da Silva. Pronto se metió en el partido de los trabajadores y
gracias a su carisma, se hizo reina de la república. 
Para celebrarlo, Lulo le regaló un frasquito de miel colorada, de aroma
embriagador…

Luis Carmona Horta


30 de Junio del 2010

lunes, 14 de septiembre de 2015

Al bosque

Un piel verde de sonrisa perenne
afina una kora de cuerda y de nuez
y entonces canta con voz templada
los encantos de las hadas
y el embrujo de las magas
que celebran la luna
danzando y bebiendo miel

¡ya es la hora!
de la lechuza blanca
que ulula en la penumbra
y vuela en el silencio
como una estrella en la enramada

¡ya es la hora!
del aullido del lobo
amante de la luna
y de la aurora en la roca alta

¡ya es la hora!
de la serpiente y la salamandra
del baile de los olmos
en el rumor de la naciente

¡ahora brota!
el agua de plata
donde se bañan los luceros
y los amantes, faros de almas
futuros padres

es la hora del milagro
del ciervo sabio
caminando solemne
sobre la piel del lago

es la hora de un poema
que sueñe realidades
que achiquen los edificios
y nos devuelva al bosque
de donde nunca salimos

jueves, 10 de septiembre de 2015

conexión



Boina en idea
seda en la boca
vaina en el rayo
lámpara allá


Sien en el loto
Fin inicial
espada gordiana
córtalo ya


rítmica sísmica
al péndulos tocar
calientes contornos
retoños de azahar



tengo un pétalo
un pétalo no más
de una flor del tiempo
de un tiempo inmortal



volando sin humo
en el manto azabache
brindando riente
sumergiendo el grial



tengo en el blanco
mi letra esencial
tengo en la letra
el negro primordial



tren de polen
pluma plomiza
hora vacía
hoja de sol 



luna de cobre
piel de algodón
dedos de estambre
hambre de Amor



martes, 8 de septiembre de 2015

La hija de Morfeo capítulo III , las otras dimensiones


Una anciana de larga cabellera rizada y blanca como la luz, miró a Sonia y a François, les llamó por su nombre, sonrió y les dijo pasad, pasad, os estábamos esperando.

-Bienvenidos a Para Isis, dijo sonriendo una doncella de piel blanca como la luna y cabello oscuro como la noche.
-¿Estamos en el cielo? (preguntó François)
-La anciana sonriendo le respondió...El cielo está en La Tierra y La Tierra está en el cielo... pues vuela por el espacio infinito... y mirando a Soniadora murmuró:
y como es arriba es abajo, todo está unido por el Amor, incluso en este mundo dual en el que vivimos.
Esta ciudad a orillas del Sena, antes se llamaba Lutecia, la ciudad de barro, nosotros les sugerimos a sus habitantes que le cambiasen el nombre por uno más bonito, por eso se llama París o Para Isis.
-Señora, ¿dónde estamos exactamente y quienes son ustedes?
-Somos druidesas de la isla de Notre Dame, veneramos a la Diosa Isis, La Tierra, y a Osiris, el Sol, a la materia y a la energía, velamos por la paz y el equilibrio entre todos los seres vivos... sabemos que eres la hija del Dios del sueño y que vienes del futuro, sin embargo... hay un gran peligro para la humanidad  y tú estás destinada a resolverlo, ningún mortal se mueve como tú en el mundo de los sueños... sin embargo, todavía no estás preparada, pero para eso estamos nosotras aquí (añadió sonriendo)
-¿Y en qué consiste tal peligro, señora?
-En el siglo XX han muerto millones de personas a consecuencia de las guerras. Las dos guerras mundiales fueron lecciones necesarias para la humanidad, por fin ha comprendido, que la razón sin el corazón, conduce a la destrucción total. Antes, las personas pensaban que debían matar o morir por sus ideas, lo cual es un concepto equivocado, la verdad tiene tantas facetas como miradas sobre ella, y además, las personas no se deben cuestionar, solo son cuestionables sus ideas y llevar la lucha de ideas a una lucha entre personas ¡es una abominación! (exclamó la anciana y después continuó tranquilamente:)
-El caso es que estas millones de personas desencarnaron de repente, con una muerte violenta, y están en muchos casos, en una dimensión intermedia conocida como la 4ª dimensión.
Dime, Sonia, ¿Has visto alguna vez un espíritu desencarnado?
-a veces he visto sombras o luces... espectros... seres que no están del todo ni aquí ni allí... 

Efectivamente, eso es porque están en la 4ª dimensión. Nuestra labor consiste en ayudar a esas personas a encontrar el camino hacia la 5ª dimensión, donde encontrarán paz y descanso hasta que vuelvan a encarnar en esta o en otra dimensión....
-¿qué es la 5ª dimensión? preguntó Sonia
-Es la conciencia cósmica, el origen, la fuente... allí de donde venimos y a donde volvemos periódicamente hasta completar nuestro perfeccionamiento en el Arte del Amor.
(la druidesa morena continuó) hay demasiados espíritus en la cuarta dimensión ahora mismo, eso lleva a que la Tierra no vibre a una frecuencia más alta y adecuada, demasiado apego y sufrimiento en esa capa intermedia... impiden que la Tierra se sane y la humanidad vuelva a vivir una edad de oro.
Tú, sin embargo, amiga Sonia Dora, puedes y debes ayudarnos, juntas podemos guiar a estas almas a la luz. Nosotras abriremos un portal y tú tan solo tienes que conducir a las almas hasta él.
-Pero antes, amiga Sonia Dora, has de saber que en esa dimensión intermedia también habitan los demonios del bajo astral, seres que se rebelan contra el Amor y no quieren volver a encarnar en la 3ª dimensión. pero no temas... nosotras te vamos a enseñar a defenderte.
-Sin embargo, ahora lo ideal es que os sentéis a tomar cerezas y frutos secos con nosotras, os vamos a preparar un té de  menta 
fresca y de miel... delicioso.

Los dos muchachos se sentaron en unas piedras al sol, junto a una cascada de agua, al lado había una pérgola que se sostenía sobre los troncos de varios robles centenarios. 
Se dieron un baño en el Sena, estaba limpio y cristalino, (aunque bastante frío) rieron y jugaron en el agua y después se secaron con una ducha de sol. Entonces fueron a tomar el té a la pérgola bajo los robles, mientras, la anciana compartió un hechizo de protección, la runa algitz, que consistía en alzar los brazos hacia el cielo imaginando que dos chorros de luz creaban una esfera arcoiris a su alrededor. También les enseñó la meditación Merkava y una oración de sanación TyrBar... basada en dos runas... Tyr, la runa del guerrero y Bar, la runa de la femineidad.
-Pero recuerda, amiga Sonia, lo más poderoso del universo es el Amor, sólo tienes que invocarlo para recibir la ayuda que necesites. Ahora ve, vuelve a casa con Gisella y ayuda a dormir a los mortales. Cada vez que te encuentres con un ser desencarnado, mándalo aquí, acá encontrarán una luz brillante que les permitirá encontrar la Paz. Usa esta varita de fresno, les marcará el camino.  Volveremos a encontrarnos. Que el Amor sea contigo.
Y por cierto... un desencarnado se caracteriza por no tener un cordón de plata, una línea energética que le conecte con su cuerpo. Como sabes, los soñadores pueden salir de su cuerpo, y son idénticos a los desencarnados excepto por eso. 

-¡Gracias! (contestó Sonia Dora) y... cómo te llamas, venerable amiga? 
Soy la Madre Lorena. Ahora ve, y que el Amor te bendiga... aún tienes mucho que hacer.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Fin del bucle
















Fin del bucle

Oh Todo:

Siempre hay alguien con especial talento
para sacarnos de nuestro tablero
y juego a su juego
para no volver a hacerlo
y ser libre de nuevo

tengo un lucero
que me alumbra el texto
de un guión que escribo
si me atrevo a hacerlo

es el mejor de los caminos
hace falta coraje para afrontar el destino
de realizarse por entero

te doy, lo que te debo
lo siento, perdóname, gracias, te amo
nos liberamos

que lluevan estrellas en las horas más oscuras
para alumbrar tu sendero
y salga como el Sol
tu alma, llena de Amor

a seguir alumbrando libros
y encuadernando el tiempo
que contra todo pronóstico
estás escribiendo

      Luis Carmona Horta
       Sept 2015


Imagen
http://ashamellemagsa33.blogspot.pe/2015/06/transformar-el-karma-y-aumentar-el.html

domingo, 6 de septiembre de 2015

Balada de la ballena


Balada de la ballena

Oh Todo:

La muerte es un ángel de alas de betún
que canta como los cetáceos
Óseos restos del ataúd
No son más que fragmentos
de algo que se rompió
liberando el cielo

Morir es nacer en otro sitio
en otro envoltorio sitiado
por lecciones de desapego
de deseo en deseo
o quizás… diluir tus experiencias
en el vitral océano

Cuántas veces has vuelto
del otro lado del espejo
cuesta recordarlo

sin embargo
Todo lo que aprendiste
te lo has llevado
resurges para devolverlo

bailas con la muerte
asida de tus húmeros
pero…
si le cantas a la vida
y superas lo efímero
serás el único cántico
fractal y absoluto
de todos los números
llenando por siempre
de amor
el vacío


Luis Carmona

viernes, 4 de septiembre de 2015

La hija de Morfeo capítulo II Francia, llegada a Para Isis

Gisella y Sonia Dora decidieron comenzar su viaje yendo a Francia, cruzaron los Pirineos a pie, cargadas cada con una mochila y una bolsa con comida y bebida.
Afortunadamente, el sendero era relativamente fácil puesto que estaba señalizado con las flechas del camino de Santiago, al poco, llegaron a una posada ubicada frente a una vista inmejorable... a un lado Francia, al otro, España, bajo las nubes blancas que sombrean el verde paisaje pirenáico. Y del albergue... salían las notas de una música cubana. El lugar estaba regentado por un francés que las recibió muy afablemente, con acento del otro lado del mar.
-¿Tiene lugar para dos peregrinas, amigo?
-Para los que van a Santiago y para los que van a Francia, como ustedes... se puede peregrinar a todos lados, ¿no es verdad?
-Así es... lo sagrado está dentro de nosotros
-¡De hecho! bueno, pónganse cómodas, imagino que deben estar muy cansadas, esta noche hay tortilla y ensalada, ¿está bien?
-La tortilla, ¿francesa o española?
-Española, por supuesto! la francesa no es tortilla, es omelette, así no hace falta comparar, ¿no cree usted?
Gisella y Sonia rieron de buena gana y fueron a su habitación a ducharse y ponerse cómodas.
A la noche, bajaron a cenar al salón de la cabaña, vieron una puesta de sol maravillosa, tomaron un poco de vino y Sonia bebió mosto.
Oiga señor, ¿su esposa era cubana, no? preguntó Dora
Así es, mon petit, ¿cómo lo sabes?
Todavía sueña usted con ella, y es así como siguen juntos, ¡qué bonito!
Gisella le lanzó una mirada a su hija como diciendo... no sigas por ahí
Charles, que así se llamaba el hospitalero le preguntó a la pequeña... y tú cómo sabes tantas cosas ¿eh?
-yo... se me dan bien los sueños, señor...
-Habrá visto la foto que tienes ahí, y con la música con la que nos recibió...(comentó Gisella con una sonrisa)
La cena pasó y todos se fueron a dormir.
Sonia Dora vió los sueños de Charles y así supo que habían tenido un hijo que se hallaba en Burdeos, trabajando en un hotel como vigilante nocturno. Luego viajó hasta Burdeos volando y le localizó, pero no estaba soñando sino en el hotel, hablando con una clienta francesa de origen africano que atraía las miradas de todos los presentes.
Al día siguiente, después de desayunar se despidieron y Sonia le dijo a Charles, que no se preocupase por su hijo, que tenía una novia muy guapa en el hotel de Burdeos. Charles, encantado, no les cobró el desayuno.
Bajaron la montaña andando y cuando llegaron a Saint Jean Pied de Port, un pueblo medieval precioso al pie de las montañas, decidieron vender todo el queso que tenían antes de que se pusiera malo. Fueron al mercado y allí, después de vender su mercancía tomaron un café au lait y un chocolat.
Mientras se lo tomaban, Gisella lepreguntó a Sonia... oye... ¿y a dónde vamos ahora?
-¡Vamos a París mamá!
Gisella nunca había montado en tren, pero ver la campiña francesa deslizándose a toda máquina por la ventana le impresionó bastante ¡nunca había ido tan rápido!
A Sonia, sin embargo, no le pareció para tanto comparado con las velocidades a las que volaba en sus sueños, lo que si le fascinó fue el idioma de las personas, hablaban con una musicalidad y una elegancia... Gisella imitaba el acento y la pequeña se partía de risa..
Viajaban en unos asientos que se miraban frente a frente, compartiendo el espacio con dos señores desconocidos, de traje y corbata, al cabo de una hora se quedaron dormidos y Sonia Dora decidió dormirse también y entrar en su sueño.
Uno de ellos soñaba que estaba en la oficina dando un discurso a sus empleados, todos le miraban embelesados excepto una... Sonia Dora.
¿Qué hacía una niña de 11 años en una oficina como aquella? Sonia se comenzó a reír viendo las caras que ponían las personas y como reaccionaba el ejecutivo viendo a la niña... parecía que le tenía miedo.
Sonia Dora decidió transformarse en algo inofensivo, para tranquilizarle... y para divertirse. Se transformó en una ovejita. Se quedó mirándole embelesado, pero parece que la súbita transformación de la niña le sobresaltó y se despertó inmediatamente, Sonia, se hizo la dormida, pero una irrefrenable sonrisita asomaba en su boca, no pudo aguantarse y finalmente estalló en carcajadas, Gisella y el otro ejecutivo cambiaron una mirada sorprendida y este último pareció preguntarle a su colega qué había pasado.
Nada, nada... he tenido un sueño muy extraño con esta mocosa de enfrente y justo cuando me he despertado ella se se estaba riendo... muy extraño.
Gisella que hablaba el francés bastante bien comprendió lo que decían y le preguntó a Sonia Dora qué había pasado. Gisella la recomendó no hacer esas coas, podían meterse en problemas... pero lo cierto es que le hizo mucha gracia recordar la cara del ejecutivo cuando se despertó de golpe y miró a Sonia. así que tuvo que levantarse a ir al baño y poder reírse tranquila. ¡Tenía que educar a su hija!



Al llegar a París no supieron muy bien a donde ir, era tarde y no tenían alojamiento. Gisella entendía muy bien el francés, pero cuando hablaba con los franceses prácticamente hablaba en catalán con acento francés.
Al llegar a la estación y caminar hacia las salidas, hablaron con un padre y su hijo que habían ido en el mismo tren que ellas. El papá, muy amablemente, les ofreció pasar en su casa aquella primera noche.
Montaron en un taxi y por el camino Sonia y Pierre, el niño, se presentaron, y por señas, Dora le contó de dónde venían y cómo habían llegado hasta allí. Luego le preguntó a Pierre, y él le contó que su deporte favorito era el fútbol, que le encantaban los pájaros y los aviones porque su sueño más preciado era volar.
Sonia sonrió y le dijo... esta noche, si quieres, volaremos por la ciudad. Pierre no la comprendió, pero asintió fascinado mientras miraba los ojos de la niña.
Gisella y François hablaron bastante, él era biólogo y tenía que supervisar las fábricas de leche y queso, Gisella le dijo que ella fabricaba queso y se pasaron el camino hablando de las mil maneras de hacer queso.
Las enormes avenidas de París impresionaron a las muchachas, de vez en cuando François le contaba a Gisella tal o cual cosa de los lugares por los que pasaban.
Al llegar a casa hicieron juntos la cena, mientras los niños jugaban en el cuarto de Pierre, empapelado con cientos de fotografías de aviones y de pájaros. Sonia disfrutaba de un montón de cosas nuevas, pues jamás había salido antes del recóndito Valle de Arán.
Aquella noche, tras quedarse dormidos, Pierre y Sonia, volaron de la mano juntos por París, las negras avenidas se iluminaban con luces doradas, las ventanas mostraban pedazos de la vida de las personas que habitaban las casas, y la catedral Notre Dame, rodeada de agua, les invitó con su esplendor a entrar... dentro no había absolutamente nada, salvo oscuridad, sin embargo... detrás del altar había una puerta por la que entraba una luz maravillosa, como de bosque a pleno sol, Pierre y Gisella se acercaron paso a paso, y cuando franquearon la puerta, se encontraron con un círculo de mujeres vestidas con túnicas y capas blancas . Una anciana de larga cabellera rizada y blanca como la luz, miró a Sonia y la llamó por su nombre. Sonrió y les dijo pasad, pasad, os estábamos esperando.