viernes, 3 de mayo de 2019

Entrevista a una rata de Coppenhaguen


Entrevista a una rata
Extraída de una radio de Copenhaguen



ENTREVISTADOR.Buenos días, aquí estamos con Fengul, una rata adulta crecida en Dinamarca. Gracias por venir.
RATA FENGUL.Buenos días para todos los humanos que nos están escuchando, ojalá las ratas pusieramos también la radio, lamentablemente, no nos interesa.
E. ¿Ahá, y en qué os interesáis?
R.F. Verás, el aire que nosotros captamos está lleno de matices interesantes. Casi todas las veces que respiramos estamos aprendiendo algo nuevo, por ejemplo, esta mañana me puse a olisquear en las inmediaciones de una granja y supe inmediatamente el punto de maduración del heno, el número aproximado de vacas, el de cerdos y humanos que allí viven, y que hay uno al que le huele el aliento a queso y que ronca, aunque esto último lo capté  con mi oído, naturalmente.
E. Comprendo, y ustedes, las ratas, ¿se quejan de la vida que llevan o más bien, están contentas con ella?
R.F. A casi nadie le gusta ser una rata, normalmente venimos de existencias menos violentas, donde sufrimos menor rechazo. No te digo que ser un pato o una foca sea fácil y ni mucho menos un ser humano. Muchas de nosotras conocemos lo que es ser una de estas especies y no nos quejamos de más. Es solo que nosotras, las ratas, somos una especie marginada y perseguida. No solo por los gatos o las serpientes, que se alimentan de nosotras, como es natural... sino también por ustedes, los seres humanos, que con especial saña nos ponen trampas y nos aniquilan por diversos medios.
E. Es que muchos humanos piensan que ustedes transmiten enfermedades y se comen su comida...
R.F. Las enfermedades son especies ajenas a los humanos y a las ratas, ellas hacen su vida, se alimentan de ustedes y de nosotras. No tenemos culpa de enfermar.
Y la comida, muchas veces nos la dan envenenada. Vamos al huerto, a comer un poco de esto y de lo otro y puaj, sabe a químico que echa para atrás. ¿Quién se puede alimentar así de nada? Nosotras solo tomamos una pequeña parte, y principalmente nos alimentamos de su basura, lo que ustedes no quieren. Y ahí es donde empiezan nuestras enfermedades, lo bueno, es que la naturaleza nos ha dotado de una gran fortaleza y nadie se suele quejar.
E. Usted, antes de la entrevista me comentaba que la situación se ha vuelto especialmente crítica en las alcantarillas de Copenhaguen, ¿a qué se debe esto?
R.F. Bueno, nosotras llevamos una vida subterránea, nos encantan los túneles. Lo que pasa es que cuando llueve, todo se complica un poco ¿sabe? Nosotras somos grandes nadadoras, y no por gusto, sino por necesidad. Lo malo es que el agua hace lo mismo, y muchas veces nos vemos propulsadas hacia el mar.
El caso es que antes había muchas más zonas secas para nosotras, aquí en Dinamarca. Contábamos con parques, descampados e incluso plazas públicas que por la noche se llenaban de nosotras. Nos lo pasábamos en grande con los restos de sus pizzas, con sus bocadillos a medio comer y por supuesto, con sus galletas de mantequilla.
Pero desde que han comenzado a fumigarnos en plena noche, ya no podemos hacer nuestro servicio con seguridad, y hemos tenido que recurrir a las granjas de los alrededores de la ciudad.
E. Tal vez nuestros oyentes se estén preguntando cómo es posible que usted y yo nos estemos comunicando, ¿saben las ratas danés?
R.F. Por supuesto que no, es muy difícil incluso para ustedes, pero no nos hace falta saber danés o cualquier otro idioma humano. Nosotras captamos sus vibraciones más sutiles. Sabemos que ustedes suelen sentir miedo y asco hacia nosotras y la verdad, es que no nos lo explicamos. Con lo lindas que somos.
Cuando un humano nos habla, clarito como usted, nosotras entendemos perfectamente.
E. Bueno, el caso es que estamos usando la máquina del señor Backster, un polímetro basado en electrodos conectados a una máquina que capta las alteraciones en el campo magnético, en este caso, de Fengul, que pese no abrir la boca, responde a todo cuanto le preguntamos.
R.F. Si, así es, si me hubieran preguntado de hacer esta entrevista, tal vez hubiese accedido, pero a nosotras nunca nos preguntan antes de experimentar con nosotras. No obstante, gracias a la máquina de Backster podemos comunicarnos y eso es una novedad. Nunca nos habían preguntado nuestra opinión. Es hora de decir de que a nosotras los humanos, por lo general, no nos gustan. Nos asustan. Nos parecen tan ridículas sus madrigueras amontonadas unas sobre las otras y siempre corriendo en medio de nubes de humo y ruído. ¿Por qué no se relajan a olisquear el aire? ¡Si lo tienen todo!
E. Lo cierto es que hay de todo, cada vez hay más humanos volviendo al campo, huyendo de las verduras que apestan a químicos, del humo y del ruído, pero no es fácil, Fengul. Ha sido un placer entrevistarle, le deseo mucha suerte. ¿Dónde quiere que le dejemos?
R.F. No se preocupe, con que me abran las puertas hasta la calle me vale. A diferencia de ustedes, nosotras no pensamos a donde vamos. Simplemente vamos. Si quieren un consejo, ¡sigan más su olfato! Adiós.

2 de Mayo del 2019 BELTAINE, Madrid.
Luna resonante roja.

Luis Carmona Horta