lunes, 13 de diciembre de 2021

Poema del loco

 


                                             Dibujo de Nuire Sobrón Heras (NuInkRe)

El problema es la solución
¡divina golondrina!
lo que las nubes imaginan
llueve

¡Confía!
no hay nada seguro
el deseo nos muerde las piernas
y si miras en tu hatillo
¡verás lo que te sobra!

¡Madre Natura!
¿hay por ventura cosa más excelsa?
cuarzos y perlas ¿quién quiere serlas?
libros libres, ¡hojas que vuelan!
¡soplad soplad!

En el bosque de mi cabeza
soy el viento que me lleva  
a nacer en cada instante
¡Tralari tralarán!

Mira esta pluma
limpia aquí y limpia allá
¡tachán!
y con esta cazo en tus cosquillas
¿quién se lleva tu sonrisa?
¡qué rufián!

Carcaj de carcajadas

disparates emplumantes

dime reina de las hadas

¿a qué sabe la vida

sin enamorarse?

Sabia, requetesabia

¡no lo sabes!


10/12/2021 – Dragón planetario rojo
Nataraj Noche Entonada // Luis Carmona Horta

martes, 16 de noviembre de 2021

Los ojos del agua



Ojitos zarcos, piel gitana
el arroyo de tu voz
la cascada en la guitarra
pasó un duende y se enamoró
desde entonces vive en tu garganta
hay ascuas de la hoguera
verde y miel en tu mirada
abanicos en tus manos
en tu sonrisa
cien odaliscas bailan 

Luz morena, perla y plata
la leña enhebra tu ponchito
y el agua, ¡tanta agua!
que me disuelvo en el remolino
de tus dichosos quejíos

eres de tantas patrias
que tienes himnos que resuenan
en las más diversas entrañas
eres derviche giradora
y alegre murmullo de giralda

y si las palabras se las lleva el viento
que este aire nos teja una alfombra mágica
para enraizarnos en las nubes
y encallar en las montañas
entonces, cuando llueva
y resuenen nuestros ecos
entre simas y gargantas
seguiremos tocando juntos
los arpegios broncíneos
de la piel del alma

Noviembre 2021

miércoles, 20 de octubre de 2021

Alquimia



      En la vida hay golpes...

         (César Vallejo)

                        Oh Todo: 


Los golpes que nos da la vida
por andar a tientas 
nos despiertan
faros en la cara que disipan las tinieblas
y cuando sentimos soledad
hambre, sed, enfermedad

el cuerpo nos recuerda que lo esencial
es volver a nuestro centro
lamernos las heridas
apoyo mútuo
en este cuerpo a cuerpo

La poesía nos añora
nos recortaron las sombras 
y buscamos nuestra mitad
en la sala de los espejos

Pero solo cuando entreguemos 
nuestro corazón más allá del reflejo
recuperaremos nuestra mitad
en las alas del fuego

Luis Carmona Horta/Nataraj Noche Entonada
20/10/2021 (Kin 50 Perro espectral blanco)

martes, 5 de octubre de 2021

El libro de los magos

 





Andrea iba caminando hacia la escuela de actores de Lavapiés donde estaba aprendiendo a ser actriz cuando se le cruzó un perro verde. Este comenzó a olisquearla con curiosidad.
Pero… ¿qué demonios? exclamó Andrea ojiplática, observando aquel caniche encadenado a una señora alta y espigada, con el cabello corto, del mismo color.
-Demonios no, señorita. En todo caso demonias y tampoco es el caso. Somos Esmeralda y su acompañante canino Milfred. ¿Acaso no sabes que el verde es el color del corazón?
-La verdad que no he visto ninguno, pero siempre los pintan de rojo. -dijo Andrea, sonriendo compasiva a la probable demente.
-¡Bobadas! Los corazones son del color de mi caniche. Y de mis ojos, dijo sonriendo y guiñándole uno de sus sombreados órganos de visión.
-Ahá… bueno, me voy, que llego tarde.  Un placer conocerla señora.
-Un placer -dijo tendiéndole una mano enguantada- Lástima que tenga usted prisa, ya que la magia y la prisa son incompatibles.
-¿Magia? ¿A qué se refiere? -Preguntó Andrea, picada por una repentina curiosidad-.
-Me refiero a todo lo que la ciencia oficial no ha podido explicar y que llamamos “mágico”
-dijo con tono de obviedad.- Ante el silencio de Andrea, Esmeralda continuó-
-Resulta que esta mañana cuando he salido a pasear he cogido un libro muy especial. -¿Te gustaría verlo? -dijo con media sonrisa que dejó brillar un diente de oro.
-¿De qué trata? Dijo Andrea cautelosa ya que los libros normales le aburrían intensamente.
-Es un espejo donde verse por dentro y trata de cómo manifestar nuestros sueños.
-¿En serio? Me está tomando el pelo. -dijo riendo Andrea para quitarle hierro al asunto y que no se ofendiese la señora-
Entonces Esmeralda sacó un libro pintado a mano, y se dirigió a un banco.
-Siéntese, joven. Usted tiene mucho que aprender y le ha caído en gracia a Milfred.
El libro parecía tener pintado un reloj pero en vez de horas, aparecían representadas unas extrañas letras rojas, sobre un fondo negro pintado con estrellas, planetas y galaxias de colores. Del centro del reloj salía una flecha de cartón que estaba anclada al libro por una especie de chincheta.
Estos antiguos caracteres rojos, señorita, son las runas. Y para que usted lo sepa, son el origen de nuestras letras. ¿Se lo han contado en el colegio alguna vez?
-No.
-Claro que no. ¡La magia está escondida desde hace mucho tiempo! Imagínese que la gente fuera creando realidad por ahí, sin necesidad de políticos, banqueros, curas o psicólogos. ¡Un desastre! Cacareó Esmeralda con una risa contagiosa que amplió las comisuras de Andrea.
-¿De dónde ha sacado usted ese libro?
-De una editorial cartonera… son libros artesanos hechos con material reciclado. Cada uno es único y este está hecho por un poeta mago.
-Ya veo… ¿y cómo se utiliza?
 Gire usted esa manecilla 5 veces que yo iré anotando las runas que van saliendo. 
Lagu, Fehu, Thorn, Pethro y Eiwaz. -dijo la pitonisa- Lagu significa que has elegido el camino de la creatividad, aquel que permite que tus emociones fluyan, iluminándote por dentro, permitiéndote ver lo que sientes en cada momento… Fehu nos cuenta que ahora estás en un momento de gran fertilidad y abundancia. Compartiendo tu belleza, por dentro y por fuera.
En el futuro aparece Thorn, que es una runa complicada. Implica tormentas, malentendidos, injusticias a las que hay que plantar cara, cambios necesarios.
¿Cómo hacerlo? La runa consejo es Pethro, que es la que nos lleva a la cima de nosotros mismos como si escalásemos una montaña. Con sudor y sacrificio.
La runa final es Eiwaz. Eso significa que vas a tener que elegir entre un camino u otro jovencita. Uno de esos caminos es el que han elegido para ti y el otro es el sendero de tu corazón.
-¡Guau! Muchísimas gracias. La verdad que esta tirada tiene todo el sentido del mundo para mí… Elegí ser actriz, ahora estoy conociendo a un chico súper bello… -A Andrea se le iluminó el rostro con una sonrisa de oreja a oreja- Y bueno, sé que no va a ser fácil, porque todo el mundo me dice que ser actriz es muy difícil, que estudie otra cosa primero…
Pero la verdad que muchas veces no resulta fácil distinguir el camino del corazón. -Terminó diciendo con tristeza la muchacha, dejando caer hacia delante su pelambrera rubia, tapándole la cara.
El talento es el INEM del universo, querida. Haz siempre, lo que mejor se te dé.
-Muchísimas gracias, ahora me voy, que de verdad que llego tarde.
Esmeralda sacó a relucir su diente de oro y dijo:
Los relojes se equivocan. -¡No llegas tarde!  El presente es eterno.






 

 

 

sábado, 2 de octubre de 2021

Guión cortometraje/micro teatro: entre la luz y la sombra

 



https://www.abuelohara.com/2015/01/el-silencio-dolia-mas-que-los-disparos.html



Calle nocturna y desierta. Silencio de ciudad atravesado por faros fugaces. Un chico delgado, de rasgos afilados y ropa desaliñada espera un autobús nocturno, pensando en voz alta, a un paso, rielan las farolas sobre un charco.

-Bonitos edificios
-¿Bonitos? Son babilón, ¿qué son los edificios en comparación con los árboles o las estrellas?
-Tu mirada sobre las cosas dice más de ti que de las cosas, amigo
- Mira a tu alrededor, ¿cuántas veces has pasado por aquí sin ver esa placa?

Aquí trabajaron y murieron por la libertad
Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz, Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco, Serafín Holgado de Antonio y  Ángel Rodríguez Leal

-Conozco la historia de los abogados de Atocha, muertos a tiros por fascistas durante la transición.
-¿Te imaginas poder atravesar los 7 velos de Maia y pasar el pie a través del espacio tiempo, hacerles la zancadilla a esos asesinos y cambiar la historia?
-Esta placa ya no estaría ahí y estos señores no serían recordados por trabajar y morir por la libertad. Ese era su destino, ¿quién eres tú o quién es nadie para cambiar esto?
-Triste destino el martirio, el cielo de los necios, la verdad no puede ser abarcada por ninguna ideología.
- Todos creamos el mundo, si mucha gente quiere luchar por la libertad, aparecerá un escenario de lucha, de guerra, es la historia del siglo XX, de las dos guerras mundiales y de los millones de personas que murieron por defender una identidad, una idea.
-Si, pero ha sido necesario, agradezco a todas estas personas que empujasen un poco el carro de la historia… si no, no estaríamos donde estamos.
- ¿Y dónde estamos? Primero los mártires de las ideas se inmolan en dos guerras mundiales y en las batallitas de la guerra fría, los hippies luchan contra el poder y son engullidos por el capital, después llega el fin de las ideologías, el postmodernismo, la generación X que se evade ante la mediocridad a lomos del caballo y ahora…
- Ahora podemos trascender todo esto, primero vino la generación índigo, gente ajena a cualquier autoridad externa, gente que no colabora con los engranajes del poder, gente que siente mátrix, que sabe que esto es un juego, con unas reglas que nos han venido dadas y cuyo cambio está en nuestras manos.

-¿Y luego?
-La generación cristal… La vibración de la tierra cambia a la par que cambia la vibración de la gente. Son gente que ya sabe, que recuerda, que aprende con facilidad por que su alma ya recorrió muchos de los caminos hacia la unidad, hacia la aceptación del Tao.
-¿Cristal? ¿Por qué se llama generación cristal?
-Krishna, Cristo… son avatares de Dios, de la luz, la esencia del cristal es análoga a estos avatares, son generaciones nacidas con los dones que tenían estos mesías.
Tienen estos dones en potencia, sólo falta que los recuerden.
- Bueno, pero si la vibración de la tierra está en cristal, todos los seres humanos pasarán a esa frecuencia, ¿no?
- Así es amigo, pero en este juego también hay personas que se encargan consciente o inconscientemente de lo contrario. De inculcar el miedo, la necesidad, el ego… todo esto es incompatible con la frecuencia de los cristal.
-Bueno, pero si se trata de aceptar el Tao, la dualidad, estos señores también son maestros.

-Claro, verás, Dios es un artista, no está interesado en el bien inmovilista, en lo perfecto e inmutable, Dios es todo y el bien, obviamente no lo es.  Mira, la vida es una obra maestra, hermano, nadie se queja de que El Quijote pase por tantas desventuras, la realidad también es ficción. El mundo es tu reflejo, el tuyo, pero no estás sólo en el universo. Si quieres pasar al otro lado del espejo, si quieres atravesar los 7 velos de Maia, tendrás que pasar al otro lado del espejo, dejar de mirarte en tu reflejo, que te mantiene hipnotizado.

El búho que el chico espera avanza veloz por la cuesta de Atocha. Su acompañante da un paso y se hunde en el charco. El joven le sigue y el búho pasa sobre ellos, golpeando el cuerpo delgado. El autobús frena y sus luces iluminan al chico, a pocos metros.
El joven y su acompañante se funden bajo el charco, los mártires son unas luces junto a la placa. El chico les da las gracias y dice: amo la vida. Un túnel de chispas orgánicas le guía de regreso a su cuerpo.
El chico de rasgos afilados se levanta, se sacude el abrigo y comienza a reír.







viernes, 17 de septiembre de 2021

Georgia Antequera

                                                                 Relato de viajes


Foto de Borjomi, en Georgia L.Carmona Horta



Nuestro viaje empezó tres meses después de una noche mágica en el Torcal de Antequera. 
Todavía había cuarentena y toques de queda, así que aprovechamos la caída de la noche
para salir de la ciudad con nuestras bicis.
Habíamos hecho rutas nocturnas en otras dos ocasiones:
La primera, ni salimos de nuestra ciudad, la visita a las cuevas de dólmenes neolíticos
nos inspiró a vivir más intensamente.

¡Esa gente sí que sabía lo que era arriesgar el pellejo!
Por eso, la segunda vez que nos aventuramos en bici, fuimos hasta Fuente de Piedra, un pueblito a una hora de Antequera, que tiene una laguna que se llena de rosados migrantes flamencos. Después del pintoresco paseo, ahí nos quedamos escuchando los sonidos de la noche y disfrutando del calorcito que nos daba el amor.

En aquella ocasión comprobamos que a partir de las dos de la mañana, todo el mundo dormía
(menos los grillos, las lechuzas y un par de ciclistas trasnochados).
Fuimos al Torcal atravesando la ciudad hacia el Sur.

A nuestra izquierda quedaba la Alcazaba, cuyos muros en escalera estaban iluminados por una luz de limón y canela que vaticinaban para mí el sabor del éxito de nuestra empresa.
 -Cariño, no uses el freno trasero que nos van a pillar. Con el pitío ese que pega vas a despertar a los vecinos. -Interrumpió mi ensoñación Felicia, hablando a media voz.
-Vale ¡perdona! -dije tratando de usar el freno delantero con cuidado.-

En la calle Caldereros las sombras parecían vigilarnos desde sus ventanas oscuras, agazapadas tras las flores. Mientras atravesábamos la calle Jesús, con casitas blancas y bajas en ambas aceras, vi a unos trescientos metros dos luces azules. -¡Los picoletos illa!- le señalé asustado
 -No te preocupes hombre, que van por la autovía- dijo quitándole importancia Felicia- 
-Da igual, tu métete hacia la plaza del portichuelo y nos hacemos a un lado un ratito. 
-Ni de coña voy a ir yo hasta tan atrás, además que ahí ¡nos van a ver por todos lados!
-Métete en el parking que hay a la derecha, anda.
-Pero… -intenté objetar-
-Tú hazme caso y tira, hombre.

 Fuimos hacia un aparcamiento que había bajo una pequeña colina. Allí, escondiditos tras unos coches, nos reímos como dos niños traviesos y nos besamos.
Mientras, las luces azules pasaron de largo y continuamos sin más percances hasta la base del Torcal. Encadenamos las bicis detrás de unas retamas y comenzamos a caminar. 
 Felicia me contaba que lo que más le gustaba en el mundo era leer, que a través de la lectura viajaba a sitios muy lejanos. 
Confesó que coleccionaba historias, porque nunca se sabe cuando las vas a necesitar. 
 Entonces, decidí contarle el mito del Torcal que me contaba mi abuelo. 
El Yayo decía que estas montañas se formaron una noche en la que los gigantes de piedra se habían ido de fiesta. Se quedaron cantando hasta muy tarde. Habían llevado para el picnic ensalada de caliza con guijarros de río y un pastel de mármol que estaba para chuparse los dedos. Elvira, la giganta más hermosa (según los cánones de belleza de los gigantes de piedra, por supuesto) se puso a bailar y así se formó el valle de Abdaajis y el cauce del río Campanillas. Rolo, uno de los gigantes más audaces, consiguió prendar a Elvira con sus cantos, llenos de montañosos ecos. Y tras quedarse ambos acarameladitos, se fueron antes de que la fiesta acabase. Se acostaron y formaron con sus cuerpos la sierra de Camarolos, protegidos del sol y de las miradas indiscretas bajo sus sábanas de piedra. El problema de esta clase de gigantes, es que si les pilla el sol fuera de sus guaridas se petrifican para siempre. Y cuando los demás vieron el fulgor del alba en el horizonte, se levantaron para buscar refugio, pero en seguida los primeros rayos les tocaron, convirtiéndose en las altas montañas de formas caprichosas que podemos ver todavía en el Torcal. Aquella pareja de gigantes que se salvó gracias a la urgencia de su amor, se quedó en Camarolos, y de las lágrimas que lloran por su tribu perdida, brota el río Guadalmedina.

 Ya habíamos llegado al Torcal y cuando nos pusimos cómodos, mirando las estrellas sobre nuestras esterillas, Felicia decidió contarme una historia muy personal.

 -Te voy a contar la historia de mi bisabuelo Levan. Él fue inmigrante georgiano en la década de los 70 del siglo XIX. Allí hacen muy buen vino. ¡De hecho dicen que lo inventaron ellos!. Justo en ese tiempo la península ibérica sufrió la filoxera. La gran plaga de moscas come parras. Todas las cosechas de uva quedaron arruinadas. Las hojas de las vides estaban cubiertas de agallas causadas por la nidificación de esta especie de mosca. Mi bisabuelo Levan se enteró en Batumi, gracias a un amigo marinero que volvía de una ruta que pasaba por Cádiz. Pensó que era una buena oportunidad para viajar y hacer negocio. Así que decidió hacerse a la mar con su amigo. Este estaba enrolado en el carguero Sebastopol y le consiguió un pasaje a buen precio. Levan llevaba en la bodega un cargamento de sarmientos de una variedad resistente a la filoxera. Recorrió España hasta la zona de Aranda del Duero y el río Arlanza, allí, tras mucho preguntar con un diccionario en la mano, alcanzó a ponerse en contacto con un terrateniente llamado Paco, al que le vendió todos sus sarmientos y consiguió un buen dinero. Levan, le ayudó en el proceso de hacerles brotar y mientras estaba en aquella casa señorial, tuvo la oportunidad de aprender español con su hija, la hermosa María Belén. Paco no veía con buenos ojos que su hija pasase tanto tiempo con “el ruso” pero María Belén y Levan se enamoraron y su padre, no lo aceptó. Tenía otros planes para ella. Cuando María Belén le preguntó a su papá por qué no aceptaba a Levan, este le contestó que primero porque Levan era extranjero -un ruso, decía él, y segundo, porque era un simple agricultor y ella se merecía algo mejor que un “destripaterrones” . No aceptando la unión entre su hija y Levan, perdió a ambos. La madre de María Belén era de Fuente de Piedra y ambos decidieron moverse a Antequera, donde se casaron y tuvieron a mi abuela materna… 

 -¿Así que te he conocido gracias a un agricultor georgiano? -Pregunté medio incrédulo-
 -Así es, muchas veces me he imaginado cómo serán esas tierras y no sé… tengo ganas de ir a regar mis raíces georgianas algún día.
 - a la luz pálida de la noche, me pareció ver un destello en sus mejillas- 
-¿Y si te dijera que si vas, te acompaño? -Te diría que estás loco -rió Felicia, con los ojos llenos de estrellas.
 -Loco es este mundo donde no se puede ir ni a la vuelta de la esquina sin papeles.
 Tres meses más tarde estábamos haciendo cola en la embajada de Georgia, yo era el cuadragésimo octavo de la fila y ella lo sabía, así que se fue a comprar unos bocadillos a un bar cercano. Pudimos quitarnos las mascarillas el tiempo que nos duró el bocata y ver la sonrisa de Felicia me dio ánimos para aguantar la burocracia y no tirar la toalla. Salí de la oficina del cónsul con las manos vacías. -Nada corazón. Han suspendido todos los vuelos comerciales a Georgia. no hay ningún avión. Ni mercante ni de pasajeros que pueda llevarnos, sin embargo… -Sin embargo ¿qué? ¡Vamos como sea! -Nuestra única opción es volar hasta Odessa en Ucrania y de allí tomar un ferry hasta Batumi. -¡A Ucrania pues! -En los ojos de Felicia volví a ver brillar el fulgor de las estrellas- No hacían falta visados, pero tuvimos que contratar un seguro de salud para prevenir la posibilidad de contraer el Covid. Así lo hicimos y salimos de Barajas el 4 del 8 del 2020. El vuelo fue bastante agradable, nos tocó sentarnos al lado de Sor Daría una monja ucraniana que había estado estudiando Enfermería en Madrid. Nos dijo que volvía a la frontera rusa a cuidar de los heridos. Cuando llegamos a Odessa, nos sentimos completamente desorientados. En el mapa todas las letras aparecían en alfabeto cirílico y no sabíamos donde buscar la calle Taras Vulva. Preguntar por Taras Vulva nos parecía un poco obsceno, pero mirando por internet nos enteramos de que había sido un famoso guerrero kosaco que luchó por la independencia de Ucrania y nos decidimos a preguntarle a un hombre con grandes bigotes y el pelo rapado a ambos lados de la cabeza que nos recordaba mucho a él. Este señor no hablaba inglés, pero en seguida encontró a un joven que lo hacía y con su ayuda nos indicó amablemente qué autobús había que tomar para llegar a la dirección por la que le preguntamos. Era como viajar en el tiempo a la antigua Unión Soviética: Grandes monumentos, coches antiguos, gestos formales… Los edificios eran enormes y se accedía a su interior por medio de una cochera. Dentro había grandes patios que tenían muchos portales. También había árboles, gatos y a veces, hasta tiendas de alimentación. No teníamos grivnas con las que comprar comida, pero nos aceptaron los euros encantados. Yo creo que nos timaron pero con todo y eso era muy barato. Aquella noche decidí dar una vuelta por Odessa, la perla del Mar negro. Felicia estaba muy cansada y me puse a caminar yo solo por una avenida que bordeaba la zona portuaria. Llegué hasta el muelle y allí saqué mi armónica plateada, me puse a tocar y al cabo de un rato, noté que alguien se acercaba. Me di la vuelta. Una figura encapuchada me dijo en español. -¿Eres tú? Una señora me sonreía. Era Daría, la monja que había volado con nosotros en el avión. Hola…¿qué hace usted aquí? -le pregunté, sorprendido.- -Mañana me voy al frente ruso, quería ver el mar y orar un poco. -Ya. -Oye, ¿tú crees en el destino? -Lo pensé un poco y le dije -me molesta pensar que no somos libres. ¿Por qué lo preguntas? -Porque vas a ser padre. Reí, y le pregunté con media sonrisa: -¿Cómo lo sabes?
 A tu chica le brilla el aura. Lo vi desde que estábais haciendo fila en el aeropuerto para subir al avión. ¿Le has pedido matrimonio alguna vez? -No. -Para ella es importante. Muchos hombres no lo entienden, pero una mujer embarazada no está segura si no se casa. -Lo pensaré. -Sigue tu corazón. -Entonces, Daría, me sonrió, se dio la vuelta y desapareció.-
 Al día siguiente montamos en el ferry que nos llevaría hasta Batumi, al otro lado del Mar Negro. En el bar me puse a escribir lo que había pasado desde que fuimos al Torcal para ordenarme las ideas. De estar embarazada Felicia, el niño ya tendría tres meses. ¿Sería el destino? ¿Por qué no me habrá dicho nada? Mientras estaba en estas reflexiones, los transportistas rusos y ucranianos que dormían en los camiones de la bodega venían aquí a empinar el codo, y mientras escribía este relato, dos de ellos comenzaron a pelearse. No entendía qué decían, pero justo el barco pasaba enfrente de la península de Crimea, una zona ucraniana que de facto era gobernada por los rusos. Los camioneros en contienda parecían dos osos borrachos, que se mecían con las olas del barco, afortunadamente, esto hacía que sus golpes no dieran en el blanco y acabaron cayendo uno encima del otro, a cámara lenta, tratando se sujetarse a sillas y mesas, esparciendo por el suelo todos los cacharros que tenían encima mientras bramaban como dos bestias pardas. Justo en ese momento apareció Felicia. Se tocaba la tripa sonriendo. Todo el bar quedó en silencio. Los borrachos todavía forcejearon un poco. Uno de ellos miró hacia la puerta y la vio. La verdad que hasta yo noté que tenía un brillo especial.
 Los camioneros magullados se separaron, se sacudieron las camisas y murmuraron unas frases confusas que sonaban a disculpas. Felicia se sentó conmigo, mientras el camarero recogía los vasos y platos, y los borrachos se palmeaban amigablemente los hombros, y como si no hubiera pasado nada, le pregunté: -¿Quieres casarte conmigo? Los dos nos echamos a reír. No era el lugar más bucólico para pedírselo, sin duda. Pero esas palabras surgieron desde el fondo de mi ser y no pude contenerlas.
 -¿Sabes que estoy embarazada?
-¡Si!
 Poco después, nos casamos en Georgia. Nunca me imaginé llevando una corona y menos el día de mi boda, pero bueno, así son las bodas ortodoxas.
 Encontramos a la familia georgiana de Felicia en Borjomi. Todavía se dedicaban al vino y tenían una bodega con el apellido de la familia: Rostami. Ellos se empeñaron en organizar toda la parafernalia ortodoxa. Por lo visto la corona representa la bendición de Dios. Nuestros padres y hermanos quisieron venir a Borjomi en cuanto se enteraron de que nos casábamos y que íbamos a ser papis.
La algazara que se formó aquella noche de nupcias fue increíble.
Los georgianos cuando se ponen, beben como cosacos y hacen unos cantos polifónicos que son una maravilla. Todavía recuerdo a aquella monja que vino hasta el muelle como si fuese una ecografía.
En su honor le pusimos su nombre, Daría, a nuestra hija. Ya había pasado un año de eso y echábamos mucho de menos a nuestra gente. ¿Qué no daría por ir de Georgia a Antequera para celebrar por todo lo alto el amor con nuestros amigos y amigas?
 Lo hicimos tras la vendimia. ¡Esa noche si que fue de órdago!
 Nuestra boda se celebró en el cortijo de un amigo, muy cerca del Torcal de Antequera.
 Cuando las luces del alba asomaron. Le guiñé un ojo a Felicia.
 ¿Nos vamos o nos quedamos para siempre, como los gigantes de piedra?
- Quedémonos. -Me dijo brindando con una copa de vino.- 
  Nuestra hija se llama Daría en honor a aquella monja. Pero todo el mundo la llama: 
                                                            
                                                         Georgia Antequera.



Luis Carmona Horta / Nataraj Noche Entonada
Escrito en Junio 2021 en Hoyo de Manzanares, Madrid.

miércoles, 18 de agosto de 2021

Dragón resonante






Dame dos hogazas de tierra
y una rebanada de sueños
lechuza de mis amores
pluma de Morfeo

Para que vueles conmigo
río de la vida arriba
río de la vida abajo

Venadito, dragón y águila
jaguar, hormiga y conejo
los nombres de los hermanos
por los que camino los elementos
mi cuerpo ha sido
una cárcel de agua, aire, tierra y fuego
hoy es el templo donde canto al son del tambor, a mis abuelos

mientras surcan mis ojos
las lágrimas de San Lorenzo
recuerdo que casi no importo
y que soy también el vasto Universo
cuando me despierta el ciervo
tocándome la sed con sus cuernos

y me despierto cuchillo en mano
para que vea amaneciendo mis miedos
corto mi instinto de un tajo
y canto al espíritu más sabio:

Duerme, duerme en el bosque
que ahora yo te levanto
Cuando amanecen tus sueños

viernes, 7 de mayo de 2021

La punta de la lengua


Haciendo limpia de poemas, como si de un armario se tratase, me encontré con "La punta de la lengua", uno que realmente aprecio y le di una vueltita más. Que lo disfrutes. ¡Un abrazo!

martes, 4 de mayo de 2021

sembrando versos


Ya ha echado su simiente la secuoya rascacielos
que en Silos crece junto al humilde tejo

Ya han regado los cultivos las nubes pasajeras
de cambiantes pensamientos

y los buitres sobrevuelan el cielo al acecho de los rezos

Observo a los benedictinos de raíces constantes
como las rocas de su románico edificio

sentado sobre la hiedra, junto a la fuente, bajo el tejo
prosigo con los versos
echando las semillas, de mis únicos hijos.

BELTANE


¡Ya es la hora!
Descalzos bailamos, corremos, paramos.
A sentir a nuestra madre Diosa.
La luna nos inspira ríos de tinta
sangre que nos recuerda y se renueva

Peregrinos de pieles, de bosques y templos, acudimos los unos a las otras a renacer contentos, agradeciendo la sincronía y la belleza

Vivimos mil aventuras con el listón justo a la altura que podemos saltar para tocar nuestra cima.
crecemos en poder para ayudar al otro y recordar que el poder real está dentro de nosotros.

Desde el corazón se proyectan los rayos del sol que penetran las tinieblas.
Recolectamos la experiencia de lo que entre todos somos.
Paso a paso
cruzamos el olvido

martes, 6 de abril de 2021

Carne azul


Las páginas del bosque
impresas por el árbol
canalizan el cielo
y todo lo que caiga en sus hojas verdes
narran que hay un libro de historias cobrizas
que plasman las noticias extranjeras a la Tierra
memorias de un espacio tiempo
de fractales eternos
En la colectiva común-unión
rara todavía en nuestro tiempo
(pero que se avecina a pasos agigantados)
¡cómo arrecia el aluvión estelar!
alineado con el centro de nuestra Láctea espiral
Un corazón viejo como un cáctus
se vacía entre mis manos.
su sangre amarga y verde
deja que me coma el dragón, mientras lo sostengo con los ojos
enamorado de su salvaje poder
y tras engullirme, su cuerpo me viaja
hasta que desaparezco y solo queda una serpiente alada
que quiere hostigar el campamento
pero decido abandonar mi mal
e ir al acecho del venado
emprender la caza
y tras verlo en la montaña
Picado, dientes y garras
aplaca mi hambre su carne azul
Su agüita carmesí
florece en el desierto

lunes, 8 de marzo de 2021

Montaña rusa

Hay dos cosas seguras en la vida:
La muerte... y la poesía


1

Vientre observado, espectador sintiente
mujer tumbada sobre las nubes
Va poniéndose morena, la piel de mi tambor
contacto eléctrico, suspiro, cosquilleo
palmas que caminan en templos que se limpian
...respiración...
música sonora, aliento que penetra
plumitas que se entreveran
de los pies a la corona
acariciando la columna
que se estira y se retuerce
baile de serpientes que recuerdan
la medicina pura vida
Valientes en el amor aunque conscientes de que en su núcleo
se está produciendo una fusión
capaz de engendrar
un nuevo universo
pero esta noche, de luna
somos compañeros
y sangramos juntos.


2

Hay una cuesta abajo, cuando sales del bosque y te internas en un mundo de apps
(pseudo amigos, pseudo amantes...)
Relaciones superficiales.
La soledad es tan profunda que da miedo mirar
pero no hay sino verse, reflejado en un poso de cerveza
dándole like or nope
a los pibes o pibas que anunciamos
nuestra piel puesta a tinder
en el tendido eléctrico de las redes
para saber que estamos jodidos
Dónde están las fiestas, los bailes, las reuniones
las quedadas para tocar
que no nos da miedo la gripne 3.0
que lo que me jode es la muerte en vida que nos imponen
pero estoy sintiendo tan plenamente esta amorquía

que sé que dulcemente
me voy curando

3

Estoy aprendiendo:

Que en la pareja hay que andar parejos
que demasiado cerca, es demasiado lejos
que tengo tanto del cielo como del infierno
que respetarme es decir basta a las faltas de respeto
que elmejor camino es siempre el del medio
que si no mueres a veces, se te arruga la vida y se te caducan los sueños

que el amor es universal pero la sexualidad es exclusiva
en una relación profunda hay que ser sensible a las heridas
que tengo tantas caras como cruces
que al mostrarme vulnerable la cosa se pone tierna
que ni tú eres el cielo ni yo soy viceversa
que la polarización siempre genera una dependencia
que el éxito es siempre el amor lozano
empiece o termine lo que aprenda es lo que gano
que el compromiso es con cada uno
que sin cadenas yo ando pero con firmeza a ti me emplumo
que el sexo que me interesa es siempre bien sagrado
que Shakti y Shiva se aman tanto que nos necesitan
consagrados cada uno a su medicina
que tras descubrirlas, nos toca compartirnos

sábado, 20 de febrero de 2021

Emociones intensas

Tengo un par de emociones intensas en la nevera
y la estúpida necesidad de comerme las de fuera
Este viento que corta como espada
tiene un grito prolongado en el pico de mi montaña
y cabalga con aludes a los cuatro costados
Porque tengo dudas de mi valía, como pareja y como persona
tantas luces como sombras
y en esta tregua de la esgrima con el boli
Mi verdadero ser se recuerda

He entregado mis alas a un amor y a una abundancia
que me desplumaba
recuerdo la metáfora del pico del águila
Y no sé si son 35 o 53 los años que me separan de nacer
Tengo tanta ternura y tanta rigidez
soy como la piel de un tambor
en la mitad de una canción
que loa a mi Dios

¿Cosmos dices?
Que la paz sea en mi karma
y me permita renacer
apenas empiezo a tocar
el laúd en las cuerdas de tu alma
y quisiera cantar a todas mis vidas
futuras, presentes y pasadas
que nada nos separa
en la silla de montar
el cambio constante.

miércoles, 10 de febrero de 2021

mientras me mudo a mí mismo


El fuego que me arde está desatendido
el sol a caballo entre el rayo y los amigos
mata mis penas cobardes
caminando por veredas
que llevan a mi destino
Estoy cansado de tumbar a los gigantes
de dormirles con laudanillo
¿soy libre de nuevo?
un ala que aletea
la otra... que no se mueve del sitio
El creciente fértil que está fuera
se abre paso dentro de mí mismo
escarbo hacia los altos abismos
hacia mi cumbre, tengo frío.
pero esta nieve es mi agua
que aún no se ha derretido
doy zancadas por inercia
me doy por aprendido
y no sé quien soy sin la flaca
sin estar siempre
cambiando de sitio

martes, 9 de febrero de 2021

Espejo del Sol

Mis botas descansan, sobre una maya engarzada de hojas rocas y bellotas.
Gotea la encina por su barba de musgo y líquen.
Y todo se detiene, salvo el canto del viento
y el suave bamboleo de sus hojas y ramas
En mi quietud, los pájaros se asoman.
Son mirlos negros. Mensajeros que anuncian, la paz del guerrero.
He pasado tanto tiempo luchando
Lamentándome. Esclavizando y conquistando.
Cazándome en lo más denso.
Si no fuese por las caricias del amor más salvaje
No estaría entero, contando esto.


Ha venido un ángel azul a nacerme de nuevo
con su canto telepático, recordándome que nada me es extraño
Ensamblándome en un plan de sincronías
sentido y destino de un tren que se pierde si te paras a reservar un billete
En un teatro donde al final de la obra el público se levanta en un acorde unánime
que derrumba las paredes y nos devuelve a los bosques
He aquí la sinapsis inefable
reptando desde las raíces
subiéndome por las botas
electrocutando mis análisis
hasta descubrirme entre nubes y hojas
mirándome de frente
en un rayo de sol

lunes, 25 de enero de 2021

Hasta siempre abuela

Todo es vibración debajo de la apariencia más o menos sólida de las cosas,
y a veces basta con vibrar en la fatiga, la ira o el miedo para contraer una enfermedad.
Lo bueno es que la enfermedad perece en el amor incondicional, en la gratitud, la meditación o el rezo.
Y tal vez pienses que me pongo esotérico, pero estaba exotérico, sin contarte lo de dentro.
Lo cierto, es que siento una opresión dentro del pecho. Me siento encerrado en una jaula de cemento rodeada de coches, esclavos y dueños.
Pero agradezco el contraste para valorar lo natural en esta cambiante y perfecta transmutación de lo más denso.
Salimos del reino de la noche... Tras esta luna llena.
Florecerán las sonrisas, ante la dicha de sentir en la piel al astro rey de nuevo.
Y cada vez, voy necesitando menos el aprendizaje a través del dolor y me importan menos mis pequeños tormentos.
Somos hijos del cielo.
A veces estoy nublado, a veces nievo. Pero siempre, en lo más profundo, millones de soles me iluminan por dentro.
y esto es así para todos los humanos y eso refuerza mi fé en el mundo que viene.
Las mácaras caen por su propio peso. La verdad nos hace libres, libres lo primero, de nuestro propio ego.
No hay juicio en esto, pero tampoco hay miedo.
Nuestro sistema inmune solo necesita que seamos libres y estemos contentos.
Gracias por ser quien eres, sin ti el puzzle del universo no está completo. Solo necesitamos ser auténticos. No necesitamos nada ni a nadie para hacerlo. Sólo podemos convivir con éxito si estamos completos.
Ahó mitakuye oyasin. Gracias abuel@s, por vuestro ejemplo.

lunes, 18 de enero de 2021

Águila solar azul

Escucha el poema aquí:
https://soundcloud.app.goo.gl/5L8Ta

 ¿Quién le da la mano al lobo del apocalipsis?

¿Quién le pone el brazo a las agujas disfrazadas de altruístas necedades?

A lo primero, el valiente, a lo segundo, el ingenuo o miedoso

¿Dónde están los abuelos y las abuelas?

¿Haciendo ceremonias? ¿Hablando por los medios? o guardados en sus cajas que son peores que la muerte 

¿Dónde están nuestros trabajos?

Reforestando tierras cansadas de ser segadas y adictas a petroquímicos?

¿Devolviéndole las risas y los peces a los ríos? 

¿Desafiando al desierto con un gotero y un saco de semillas?  ¿doblando el lomo bajo el plástico donde viven y mueren africanos?

Vivimos en el cambio

Hacia la máquina o hacia el humano 

Hacia el sol de dentro y de fuera 

O hacia lo efímero banal y vacuo 

¿Vacío? si. Pero el de la libertad sin fin 

No el de una vida repetida que se desconoce a sí misma 

Huérfana de su propósito más alto

Que estalle un beso en tu memoria 

Y dime Alma bella 

Qué es eso tan importante

Por lo que sufres tanto

No hay sabiduría sin sacrificio

Y detrás de cada bajo placer, hay un dolor escondido.

No hay satisfacción lejos del amor

y hacer hoy las cosas bien

que el mañana no existe
 
sin hacerlo mejor







































miércoles, 13 de enero de 2021

Círculo de hombres


A veces no basta un solo rezo

Para alejar a los fantasmas de guante blanco

Que hurtan la inocencia

Y hay que caer en un mar de remolinos

Confiar en el sueño

Hasta encontrar a los hermanos

Con los que encarar el dragón sinuoso

De pantallas rutilantes, largos colmillos y labios rojos

Hombres, unámonos

En la victoria del Amor

Sobre el cerebro reptil

Hacerse humano, es sentir

Prenderle fuego a la piel

Tocando al fin

Un solo corazón

domingo, 3 de enero de 2021

La puerta verde



Al salir por la puerta verde de mi escuela
contemplando el ondulante caminar de una muchacha
Contaba las sílabas, urdía los encuentros
componía las palabras para conquistarla
y casi sin darme cuenta me enamoré del viento que me inspiraba 
pero para dominar sus rebeldes arabescos y asonancias
hube de seguir sus consejos
conocerme en los rápidos y en los remansos
enamorarme en los mares de mi alma
dejar de esconderme las sombras
exhalar, para vivir en gracia
seguir esculpiendo mi cuerpo
perdonarme por ser imperfecto
caminar por el único sendero
que me funde, me templa y acaba