Una sutil transparencia
surge de la jungla
las caderas de lluvia
alcanzadas por el sol
Es el arco del Amor
el gatillo de las almas
pues puede remontarlas
de una a otra dimensión
Árbol de Ygdrassil
le llaman los ancestros
a este árbol gigantesco
donde cuelgan las estrellas
Y las centellas surcan mi cara
en la noche arcana
condensada en deseos mortales
Ya no quedan impares
es la última velada
y se afilan las guitarras
para escalar con el alma
una oscura montaña
llamada yo
Serán los oídos
herederos de la noche
y el que pecho adentro se arroje
flecha del arco de colores
de la enramada galáctica recoge
su alma, perenne flor
Luis Carmona
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