lunes, 11 de julio de 2022

Verso curandero

                             





                                   I

Como mala hierba crecí, ajeno a las podas 

con una medicina secreta 

que casi nadie valora


Yo quise ser tomate, pimiento, aguacate.

Ser cotizado y ser como el aire 

que va de boca en boca.


Y de crecer en las grietas

de ocupar los sembrados

de probar el filo de la hoz 

y el rico néctar del bosque subterráneo 

Comenzó el viento a mover una oda en mis hojas. Un rumor de alabanzas a una magnísima obra 

a entender que cada estrella, semilla o espora; es un mandala de hélices, un fractal, una esperanza.

De ser sentido, amado, valorado 

En mi justa belleza

Como una pequeña flor de una rara mala hierba

que alabando al creador, se mece en la gracia 

que se recuerda 

                                 II

No importa las vidas que lleves vividas 

Ni el número de muertes, ni el número de heridas. 

La eternidad nos muele sin prisas,

hasta ser el polvo cósmico, que nada necesita.

Átomos de oro, supernova de estrellas que se siembran

Seres infinitos que vibran como cuerdas,

Y se deshacen, como volutas de humo 

Pensaciertos, que destruyen y crean infinitos universos.

Hormigueros, mente colectivas que cocrean.

                                    III

Y cuando te canses de vivir

Tómate un descanso de existir hacia afuera,

Sólo el que mira hacia adentro

DESPIERTA 

Si tiene alguna duda, no consulte a su farmacéutico.

En estos casos solo saben hacer, 

que la vida se duerma