viernes, 31 de julio de 2020

Soñar en tiempos distópicos


Parte del acto de soñar consiste en observar fenómenos imposibles, pero que simbólicamente connotan la realidad del soñador.
De esta guisa, voy a describir algunos sueños especialmente curiosos que he tenido últimamente.

Un Hombre azul de tatuajes cobrizos, de nariz prominente y orejas de lóbulos muy grandes leía un libro enorme de letras doradas. El alfabeto era extraño, lo ojeaba y finalmente decía: Las runas son el lenguaje de la ilusión, el cifrado de la mátrix. Hay que ir más allá, al vacío del cual emergen.
Fue interesante soñar a un hombre con rasgos mayas y tatuajes nórdicos a la vez, leyendo un libro rúnico y dicendo que había que ir más allá de la ilusión, al vacío de donde emerge.

Pero lo más curioso fue que al día siguiente, un amigo experto en  astrología maya a quien le conté mi sueño me dijo que José Argüelles (Valum Votan, la reencarnación del último rey maya Pakal Votan) aseguraba que Odín se encarnó en Pakal Votan.

¡Odín fue maya!

El siguiente sueño que les voy a referir tuvo lugar hace una semana más o menos.

Estaba en las ruinas de un castillo que era al mismo tiempo, mi antiguo colegio, el Calasancio de la Calle Conde Peñalver de Madrid, un colegio de curas concertado por la comunidad de Madrid.
El caso es que era de noche y yo salía de un dormitorio con una linterna. Su haz redondo atravesaba las tinieblas mientras yo abría y cerraba puertas, acompañado de dos gatos y una extraña y benefactora presencia a la que nunca pude ver el rostro.
Finalmente, salí a un patio, donde una delgada figura, pálida y desgreñada se acercaba a mí con intenciones nada agradables. Era un vampiro.
Concentré la energía en la palma de mis manos y la proyecté sobre aquel ser con la intención de comprimirlo, sentí que la presencia benefactora hacía otro tanto y de alguna manera, también me sentí apoyado  energéticamente por aquellos gatos.

Lo cierto es que el vampiro fue disminuyendo su tamaño, rodeado de una malla de círculos brillantes que poco a poco iba contrayendo, aumentando la densidad de aquel ser de las tinieblas.

Hasta que se convirtió en un guijarro.

Entonces, los gatos se dieron un chapuzón en una especie de río y yo no dejaba de asombrarme en mi sueño de que a los gatos (especialmente uno de ellos) pudiera ser tan aficionado al agua hasta el punto de sumergir la cabeza y salir sonriendo como solo puede suceder en un sueño o en una película de anime.

Bueno, pues dejando el guijarro atrás, nos encaminamos a la puerta que nos trajo hasta aquel patio y por el camino comenzaron a aparecer criaturas asombrosas, una de ellas era una langosta de tierra, cuyo abdomen brillaba como una luciérnaga, y el otro ser, era una especie de topo o de puercoespín, que parecía dialogar con su amigo bioluminiscente en un extraño idioma. Absorto en estos animales, me quedé solo mientras se iban los gatos y la presencia benéfica y fui en pos de los felinos, siendo esto lo último que recuerdo de este sueño.


Esta noche tuve otro extraño sueño, yo formaba parte de una cuadrilla de operarios y había un toro mecánico levantando una especie de lona en forma de gráfica llena de altibajos.

Entonces, la lona se caía y quedábamos atrapados en una atmósfera asfixiante. Por suerte, la lona tenía un agujero y por él yo asomaba la cabeza. La lona tenía la forma de las zonas con cobertura 5G de Madrid. Y yo estaba en un pequeño reducto, por el que se asomaban a respirar mis compañeros.
Prometían unas voces a lo lejos, que vendrían a rescatarnos, pero lo único que pasó es que la lona se iba llenando de operarios cada vez más asfixiados, porque no teníamos casi espacio para asomar la cabeza y respirar.
Entonces, de alguna manera supe que era un sueño y logré despertar.
Lo cierto es que ahora estoy en Madrid, rodeado de antenas 5G.
¡Menos mal que mañana me voy de la ciudad!
Pero lo siento tanto por los que se quedan... 
C´mon! lets go to the wild side! 





 


domingo, 26 de julio de 2020

Año tormenta



Vacío estelar
diseca mis ojos
piel de mar
orejas de loto
dibuja arabescos
en la arena del lago

y si bajo al olvido
como un río cristalino
que empantana las terrazas
y los sucios comercios

me evaporo y vuelvo
ritmo en el camino
a sudar bajo el cuero
de las alas de mi sombrero
aleteo

Te tapa la cara
el falso respeto
y ya no te veo
solo olfateo
presas del macrobio

cazo en las pozas
mis propias sombras
canto en las yurtas
golpeo y golpeo
el martillo de juicios
que siempre pierdo
hasta que vuelvo
y me siento
alargándome la sombra
y conecto
sol en la espalda
surcando mi pecho

26/7/2020
Día del sincronario de las 13 lunas:
Tormenta lunar azul del año de la tormenta lunar azul

martes, 7 de julio de 2020

RAGNAROK




Oh Todo:




Cómo deseaba estar muerto


Iluminarme y abandonar todo deseo


he meditado para anular mi voluntad



en constante fluír 


por un amor incondional 


manso, humilde, bueno. 



El Altísimo no es bueno 


Tampoco malo 


Es el orden y el caos 


El grito y la risa 


Una telaraña llena de vida 


cuyos personajes se mueven al hilo de las estrellas 




Y en todos nosotros 


vive un Dios guerrero 


intolerante con la vanidad 


la gula, la envidia, los celos… 


Un Dios guerrero que destroza la mediocridad 


en que sumen a sus dóciles corderos 




Por eso corto la garra que me tapa la boca 


invocando responsabilidad 


cuando están ciegos a su propio cuerpo 




Un cuerpo sometido al sacrificio de inocentes animales 


Cuerpo cementerio 


condenado a estar enfermo 




Quién dijo miedo sin saber que estaba muerto 


Que no sentía a sus hermanos corrompidos 


reptando por las aceras 


o en pasarelas de esqueletos 




Quién dijo miedo sin saber que la distopía 


Es el orden del día que recita el parlamento 


Y sin embargo. Sólo quien fue cadáver 


es inmune a todo esto. 


Sólo el que resucita su vida 


elevándola al enésimo talento 


tiene tanto para dar y tomar 


que viviendo en la unidad 


se recuerda eterno.