martes, 28 de noviembre de 2017

Hojas que caen

Su mirada se columpia entre l@s niñ@s del parque
los pájaros y sus páginas mojadas en sangre...

(egipcia y también pasa hojas tan secas que se que se quiebran, en el Sur de Marruecos)
cabellos arbóreos...
tapizan el mundo y lo barnizan
la naturaleza, todo lo recicla
hasta las gotas de la Mar
que salpica sus ojos

dos niñ@s vienen a jugar con el hombre
mientras escribe
y este sonríe y juega...  antes que su madre les aparte
previniéndoles de una mortífera caca de paloma
Y el miedo se recicla en este poema
La conciencia es atraída hacia la falta de ella

hojas que caen, envuelven caninas heces
canalizan la tristeza de sus amos
mientras sueño un mundo sin animales esclavos
de una especie cancerígena
cuya costra se incrusta en la belleza

estas son las verdades amargas, medicina de un poeta
que deja caer sus hojas
de Amor, hacia la tierra

miércoles, 8 de noviembre de 2017

la risa de la diosa


¿Cuáles son las olas que mecen los vaivenes del tiempo...
serán acaso los ocasos del sol?
-sacrificio a la noche, desnudarse del cielo-

¿será por ventura la alborada encarnada
la que desencadena el sueño de la cama?
Y en esta sólida placa tectónica
¿Quién corta dónde la raíz asoma?

¿será entonces la luz
(cruz y cara de plata y de oro)
el herrero de la sombra
despertando letargos de peso y de fuego?

No será. ES siempre.

Aquí o allá, no importa, la cosa es el presente que nos damos al viajar
por los meandros alegres, en ellos trepamos como hiedras por las piernas del Amor
Conquistada por la alquimia de los elementos, la profunda negrura se sumerge
por fin amanece

el viento estremece sus hojas. Se estrella el Espacio con un sol clavado en el Tiempo
pero algo me dice que en lo más profundo de mi pecho
la luna ríe, cuando duermo