martes, 5 de octubre de 2021

El libro de los magos

 





Andrea iba caminando hacia la escuela de actores de Lavapiés donde estaba aprendiendo a ser actriz cuando se le cruzó un perro verde. Este comenzó a olisquearla con curiosidad.
Pero… ¿qué demonios? exclamó Andrea ojiplática, observando aquel caniche encadenado a una señora alta y espigada, con el cabello corto, del mismo color.
-Demonios no, señorita. En todo caso demonias y tampoco es el caso. Somos Esmeralda y su acompañante canino Milfred. ¿Acaso no sabes que el verde es el color del corazón?
-La verdad que no he visto ninguno, pero siempre los pintan de rojo. -dijo Andrea, sonriendo compasiva a la probable demente.
-¡Bobadas! Los corazones son del color de mi caniche. Y de mis ojos, dijo sonriendo y guiñándole uno de sus sombreados órganos de visión.
-Ahá… bueno, me voy, que llego tarde.  Un placer conocerla señora.
-Un placer -dijo tendiéndole una mano enguantada- Lástima que tenga usted prisa, ya que la magia y la prisa son incompatibles.
-¿Magia? ¿A qué se refiere? -Preguntó Andrea, picada por una repentina curiosidad-.
-Me refiero a todo lo que la ciencia oficial no ha podido explicar y que llamamos “mágico”
-dijo con tono de obviedad.- Ante el silencio de Andrea, Esmeralda continuó-
-Resulta que esta mañana cuando he salido a pasear he cogido un libro muy especial. -¿Te gustaría verlo? -dijo con media sonrisa que dejó brillar un diente de oro.
-¿De qué trata? Dijo Andrea cautelosa ya que los libros normales le aburrían intensamente.
-Es un espejo donde verse por dentro y trata de cómo manifestar nuestros sueños.
-¿En serio? Me está tomando el pelo. -dijo riendo Andrea para quitarle hierro al asunto y que no se ofendiese la señora-
Entonces Esmeralda sacó un libro pintado a mano, y se dirigió a un banco.
-Siéntese, joven. Usted tiene mucho que aprender y le ha caído en gracia a Milfred.
El libro parecía tener pintado un reloj pero en vez de horas, aparecían representadas unas extrañas letras rojas, sobre un fondo negro pintado con estrellas, planetas y galaxias de colores. Del centro del reloj salía una flecha de cartón que estaba anclada al libro por una especie de chincheta.
Estos antiguos caracteres rojos, señorita, son las runas. Y para que usted lo sepa, son el origen de nuestras letras. ¿Se lo han contado en el colegio alguna vez?
-No.
-Claro que no. ¡La magia está escondida desde hace mucho tiempo! Imagínese que la gente fuera creando realidad por ahí, sin necesidad de políticos, banqueros, curas o psicólogos. ¡Un desastre! Cacareó Esmeralda con una risa contagiosa que amplió las comisuras de Andrea.
-¿De dónde ha sacado usted ese libro?
-De una editorial cartonera… son libros artesanos hechos con material reciclado. Cada uno es único y este está hecho por un poeta mago.
-Ya veo… ¿y cómo se utiliza?
 Gire usted esa manecilla 5 veces que yo iré anotando las runas que van saliendo. 
Lagu, Fehu, Thorn, Pethro y Eiwaz. -dijo la pitonisa- Lagu significa que has elegido el camino de la creatividad, aquel que permite que tus emociones fluyan, iluminándote por dentro, permitiéndote ver lo que sientes en cada momento… Fehu nos cuenta que ahora estás en un momento de gran fertilidad y abundancia. Compartiendo tu belleza, por dentro y por fuera.
En el futuro aparece Thorn, que es una runa complicada. Implica tormentas, malentendidos, injusticias a las que hay que plantar cara, cambios necesarios.
¿Cómo hacerlo? La runa consejo es Pethro, que es la que nos lleva a la cima de nosotros mismos como si escalásemos una montaña. Con sudor y sacrificio.
La runa final es Eiwaz. Eso significa que vas a tener que elegir entre un camino u otro jovencita. Uno de esos caminos es el que han elegido para ti y el otro es el sendero de tu corazón.
-¡Guau! Muchísimas gracias. La verdad que esta tirada tiene todo el sentido del mundo para mí… Elegí ser actriz, ahora estoy conociendo a un chico súper bello… -A Andrea se le iluminó el rostro con una sonrisa de oreja a oreja- Y bueno, sé que no va a ser fácil, porque todo el mundo me dice que ser actriz es muy difícil, que estudie otra cosa primero…
Pero la verdad que muchas veces no resulta fácil distinguir el camino del corazón. -Terminó diciendo con tristeza la muchacha, dejando caer hacia delante su pelambrera rubia, tapándole la cara.
El talento es el INEM del universo, querida. Haz siempre, lo que mejor se te dé.
-Muchísimas gracias, ahora me voy, que de verdad que llego tarde.
Esmeralda sacó a relucir su diente de oro y dijo:
Los relojes se equivocan. -¡No llegas tarde!  El presente es eterno.






 

 

 

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