bailando con la lluvia
como Dios le trajo al mundo
sostenido en un pentagrama metálico
cuando los puños afortunados
clamaban al cielo
puños pares
que se abrieron como bocas impares
ante el único pie danzante
abierto a los besos del cielo
sobre la tierra desnuda
oh, tú, broncíneo ciudadano
nácar rosado, ónice cardíaco
elegante dorado
se la pasa Dios puliendo meteoros
descubriendo lustrosas gemas
en simples guijarros
a base de historias
cotidianas
azañas de zapatos
todo lo que hay detrás
de un niño feliz
de un talento compartido
de un sueño realizado
es la épica del héroe despojado
de horizontes y de campos
recuperarlos
paso a paso
y laureles para todos
humanas joyas
de
de
grises guijarros
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