domingo, 3 de abril de 2016

Cuaderno de viaje




Acabo de llegar a Dover, no conozco a nadie (todavía) aquí, pido al universo hospitalidad y compañía, puedo dar a cambio lo que sé y lo que tengo
Entro en una pizzería, con la esperanza de yo no sé qué, mi refugio es esta libreta, mi destino, lo escribo a cada paso, el tuyo, no lo sé, supongo que también. Tenerlo escrito es una pena. Una cadena, atada al pie.
En ese momento entró un español, me hice su amigo y me guió hasta la posada en la que disfruté de un lindo concierto y unas pintas de cerveza, así como de buena compañía...



El universo me ha guiado, el universo me guía
ha llevado mis pasos
de un día a otro día
y en la noche, cuando la carne es más débil, enciende un fuego en lo más oscuro de mi ser, y me recuerda, al salir de mi cueva, que siempre seré, un hijo del sol.






Calais, bella ciudad anclada a París, llego de Dover cargado de recuerdos y sin saber muy bien, si voy o vuelvo, la cosa es que estoy aquí, que tengo varios personajes bañándose en el tintero, y que les doy largas, de momento, me estoy escriviviendo, y no tengo tiempo ni energía para criar alteregos.
Me estoy integrando y algo hermoso duerme dentro de mí, esperando que me eche a meditar. Me gustaría decir ¡basta ya de rodar!
Pero no puedo
Dile que pare al viento
es más fácil, dejar de respirar
yo soy cambio
y a la vez
algo eterno





El agua flota cuesta abajo
hacia canales subterráneos
y se remonta cristalino del océano
el caminante del cielo
recoge el guante
ser montaña esta noche
es el desafío
atravesar el abismo
porque hay que llevar los ojos hasta los lugares más hermosos
y la ciudad se empantana con las miradas estancadas
sedientas de belleza.
y bajarán rodantes las estrellas en los ojos
preñados de sueños boscosos
de menta y agua
para devolver al océano
todo su caudal
y continuar grabando mañana
sueños indómitos
sobre el tambor del tiempo



Es el ocaso de este viaje
por fin llego a Madrid
he visitado los acantilados del Norte



y regado las flores, almigas de mi corazón
he volado a mi pasado, me he visto aullando a la luna entre las piedras de Stonehenge
he bebido del agua de la vida
en el Chalice Well
he ofrendado mi sonoro falo
a la diosa virgen, madre, noche y prometida
y me lo ha devuelto renovado
me he adentrado en el imperio coronado
y me he aliado con las brujas
he admirado los colmillos blancos de la loba
sobre la espuma marina



he cruzado el canal en barco
tras embriagarme con un inglés muy majo
y en la cama grande y fría
las estrellas me han hecho compañía
y bajo los puentes de París
el fuego bárbaro del bidón y los palés
poesía en bereber, canto en francés, en español, en italiano...
Abel Adir, no te olvidaré


Y pasear por París, hasta la isla de Para Isis
y de nuevo las sirenas
y de nuevo las amistades nuevas
Libertad y belleza
Barcelona, alta y decadente en la okupa de los músicos piratas


hacer la magia
en las plazuelas y los trenes



peregrinar, dejar el humo atrás
reir y llorar ante la belleza de Monserrat
Beber de la fuente... compartir...
llegar, partir
es lo mismo
soy un guachito, gitano errante
estoy donde tengo que estar
riego mis raíces
mis ojos
siempre en casa
se van de viaje







2 comentarios:

  1. Guau,me ha gustado mucho este viaje cosmico.imparable viaje ,compañero del los astros y amigo del destino .
    Besos Inma

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  2. No hay nada más importante que la sensibilidad, porque sin ella nada vale nada, y esa sensibilidad tuya, es muy de agradecer! Besos

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