Llevábamos juntos 3500 años
Recuerdo mis alas y me atrevo
a saltar al llanto
a la soledad incomprendida
colecciono lecciones
corazonteca
El fuego que ilumina sin quemar
respira
y le sobra combustible con lo que lleva dentro
para estar en paz con lo de afuera
Tengo el pegaso oxidado
y dolores de parto
de tanto trabajar con la guadaña
cosecho mi karma
toca escuchar
tal vez hablar
con los pájaros
Es tan suma la importancia del musgo
en comparación conmigo
que veo en cada uno de los dioses
el reflejo de un ideal
que late por dentro
A la espera de la ofrenda
que nos entregue definitivamente
a lo que juntos somos
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