Poemas y relatos de Luis Carmona Horta // Nataraj Noche Entonada. Esta obra es libre, se puede usar sin modificarla y sin ánimo de lucro citando la autoría (sujeta a Copy Left, ver Creative Commons)
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¿Dónde estoy, ahora que me has abandonado? mire donde mire, me falta el sendero brillante y me abrazo a juntarme los pedazos
algo explotó bien dentro, y su eco musita en la penumbra en esta soledad ronca, un silencio previo al primer nombre
Antes de la luz, madre Libertad. tú me fuiste. Ahora que la vida se mueve sin mí déjame ir tras de ti, colgado de un viejo sueño de India en bicicleta ya no tengo miedo, solo ganas de volar Madre naturaleza, en ti encuentro la respuesta en mi piel veo tu rostro, y en todos los rostros humanos o no.
qué importa que una muchacha me haya abandonado nunca me ha dejado de pasar y tampoco es la primera vez que lo dejo todo después solo que esta vez me sentaré a cerrar los ojos por la mañana y no buscaré nada fuera de mi aquí y ahora más allá del viaje fui a la búsqueda del poema y mientras lo estaba escribiendo no me vi me convertí en el viaje Entonces comprendí desaparezco para encontrarme
El tiempo cae ingobernable mientras vuelo con mi voz sostenida por un pentagrama de seis cuerdas La energía me atraviesa como una bestial humareda curada con alcohol de seda me marcho y busco el contacto sagrado de mi felina yingyanesca (de su felina, se pertenece)
Tejo una vida con los hilos multicolores de las relaciones que mantengo proyecto mis reflejos desde un lugar cardíaco y renazco a diario incompleto
me tiro hacia mi cuerpo como un Dios que escucha microscópicos rezos
después de habitarme, me ofrezco canto espiral de guturales profundidades mis manos levitando sobre los cuerpos sutiles de los 7 centros ensueño una maraña de cabellos del color nocturno del cielo
Abrazar la luna como la patria que no tengo pero que me invita, como a un dichoso huésped a comulgar en su misterio. Cielo de sangre de vida y muerte de la mente. Para la cuál es un horizonte inalcanzable hecha de canciones invisibles tras la carne. Perfume que embriaga mis horas con aroma a bosque antiguo. A musgo y sándalo Almizcle terroso que aumenta mis raíces y bebo hasta ahogarme y apagar el deseo indómito del animal en celo que cubro con románticos velos alcohol de terciopelo. me hundo hacia dentro escucho mi corazón aquí nace el Sol que abriga a la luna con su canción dorada en el negro Universo Lys
Su mirada se columpia entre l@s niñ@s del parque
los pájaros y sus páginas mojadas en sangre...
(egipcia y también pasa hojas tan secas que se que se quiebran, en el Sur de Marruecos) cabellos arbóreos... tapizan el mundo y lo barnizan
la naturaleza, todo lo recicla
hasta las gotas de la Mar
que salpica sus ojos
dos niñ@s vienen a jugar con el hombre
mientras escribe
y este sonríe y juega... antes que su madre les aparte
previniéndoles de una mortífera caca de paloma
Y el miedo se recicla en este poema
La conciencia es atraída hacia la falta de ella
hojas que caen, envuelven caninas heces
canalizan la tristeza de sus amos
mientras sueño un mundo sin animales esclavos
de una especie cancerígena
cuya costra se incrusta en la belleza
estas son las verdades amargas, medicina de un poeta
que deja caer sus hojas
de Amor, hacia la tierra
No quiero embriagarme más que con la vida
No quiero suicidarme más que con Amor
No soporto cadáveres en la comida
Bastante humo tengo, respirando en Babilón
No quiero estrecharte entre mis brazos
Deseo ensanchar contigo el corazón
Acaso cuando muera descansará la prisa
De entregarme por entero a una canción
Me come el atardecer con su canción de culebras desenrroscadas Las libélulas salen a volar mientras el sol baja el telón de un día inefable Solo a aquel que se ofrenda a la muerte Su vida le pertenece Porque por fin pertenece a la vida Aquel que sacrifica sus méritos y los reparte a los 7 vientos cardinales Viaja tanto hacia dentro que se vuelve negro Para nada, para dar a luz estrellas blancas y nadar en los musgos y las membranas de los tambores del agua -Deja todo lo que sabes (dice una yegua de mar diminuta moviendo sus alas) -En este álbum, van tus recuerdos en aquel lo que imaginas, dalo por hecho -Ahora, observa con lo que te identificas por este telescopio deshechable -Gira el periscopio, vuélvete libre y loco serena nube y roca que sube a abonar planetas Olvídalo todo Con tu mera presencia Presenta tu amor a la conciencia Y contemplando el gozo omniriente Prestáte atención
Para leer los capítulos anteriores...
Capítulo 1:
http://recitalcolectivo.blogspot.com.es/2016/01/el-gusto-es-mio.html
Capítulo 2:
http://recitalcolectivo.blogspot.com.es/2016/01/el-gusto-es-mio-la-danza-de-los-7-velos.html
Capítulo 3: http://recitalcolectivo.blogspot.com.es/2016/04/el-gusto-es-mio-capitulo-3-el.html
La epifanía de la carne
Rajendra se perdió tras las celosías con las dos chicas y Klaus y Harinder intercambiaron una mirada interrogante, tranquilos, dijo Bishen: Rajendra tan solo nos está poniendo a prueba, tiene buen corazón, no creo que quiera hacerle nada a las chicas.
Es tu primo, y tú eres el Bishir, confío tanto en las chicas como en ti. Hagamos pues lo que nos ha pedido Rajendra.
Harinder, mientras guardaba el laúd dijo, con una risita opaca:
-más le vale a tu primo tratar bien a las chicas.
Cuando llegaron a la cocina Harinder se puso a cortar zanahorias mientras el chef condujo a Klaus a los establos, puso un cuchillo en su mano y le dijo, mata una vaca, dos corderos y veinte gallinas, degüéllalos mientras rezas o cantas, córtales la carótida y la aorta, pero respeta la columna cervical con un corte rápido y profundo, así se desangrarán Halal.
Klaus sabía lo que significaba Halal, el modo correcto de vestir, alimentarse y en definitiva, comportarse educadamente. El cocinero de Rajendra desapareció y Klaus se quedó quieto, mirando a aquel cordero a los ojos.
Una parte de sí mismo gritaba ¡no lo hagas!
tú no eres un matarife, un vulgar asesino... mira la perfecta inocencia de este animalito...
pero otra parte le constestaba, no seas hipócrita Klaus, tú no eres vegetariano, comes lo que te echen. Siempre ha habido alguien para hacerte el trabajo sucio y no mancharte de sangre las manos... pero ¡mira! esto es Buena Muerte, según la norma, un sacrificio Halal.
Klaus entonces se dirigió al cordero y dijo:
-Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Y entonces deslizó su cuchillo por el cuello con firmeza, mientras le sujetaba la cabeza hacia atrás, y notaba como sus propias lágrimas, incontenibles, se deslizaban por su cara mientras el cordero se desangraba sobre un cubo de metal.
Notó al cordero debatirse cada vez más débil, hasta el estremecimiento final, y Klaus lloraba cantándole una nana en holandés
"duerme, duerme corderito
que hay montañas en el bosque
y yerba tierna esperándote
al otro lado del río
Duerme, duerme, corderito
que tu sagrada inocencia
sacie los apetitos
duerme, duerme, corderito
en una alfombra de estrellas
por el espacio infinito"
Y entonces llevó al cordero hasta la cocina y así también hizo con el hermano del corderito, y con la vaca y con los pollitos...
Y Klaus no paraba de llorar, y cantaba entre sollozos y cuando dió muerte al último pollo, juró, con la mano ensangrentada sobre su otrora pechera blanca, que jamás volvería a consumir o a cocinar, la carne de ningún animal.
Entonces se puso a llover y Klaus dió gracias al cielo por haberle escuchado. Dejó que sus lágrimas se diluyesen, junto con la angustia de juzgarse un asesino. Poco a poco, a medida que se empapaba...fue aflojándose el nudo que sentía en la garganta.
Se arrodilló y sobre el barro juntó las manos y pidió ayuda al Amor para no volver nunca a causar dolor ni muerte a los animales, hermanos grandes y pequeños. Después, aliviado, bailó bajo la lluvia y alrededor del palacio. Cuando el Chef volvió a ver si Klaus había realizado su trabajo le percibió de esta guisa y poniendo cara de "se ha vuelto loco pero en fin, ha hecho su trabajo" sintió que el Gran Espíritu movía sus pasos... sacudió la cabeza estupefacto y haciendo un gesto imperativo, mandó a un par de mozos llevar los cadáveres a la cocina.
Harinder, por otra parte, en un momento dado se libró de pelar patatas. Fue al baño y entonces, por el camino adivinó tras una celosía a las muchachas en el harén.
Algunas hablaban animadas, arreglándose el pelo unasa otras, pintando diseños de henna o simplemente, descansando.
Maia y Shunyata conversaban con una abuela centenaria que les estaba enseñando el correcto modo de mover la cabeza hacia los lados, de bailar con los ojos, y a sonreír desde el corazón a quien estuviese observando, o eso pensó Harinder porque Maia levantó la mirada hacia la celosía y le sonrió y para distraer a la abuela, ensayó unos pasos mientras lo hacía.
¡La cena está servida! (anunció Rajendra a los presentes), estaban en un abarrotado salón, presentándose, saludando... la mayor parte iba con velos y turbantes, excepto la gente más jóven y más mayor,a los cuales no les importaba ni mucho ni poco si les miraban el pelo.
Comieron. Harinder y Klaus aparecieron blandiendo sus instrumentos, la gente o les hacía mucho caso mientras se preparaban con los demás músicos para el concierto...
Hasta que aparecieron Maia y Sunyata. Entonces, se hizo el silencio.
Apenas comenzó Harinder un punteo de laúd... Klaus contuvo el aliento. Tenía tanto dolor todavía, preso y candente en su pecho, que comenzó a cantar en holandés. Haciendo temblar la voz, como aquel hermoso cordero, entonces, sus palabras, ensalzaron a las vacas, honraron a las gallinas, pollos y huevos. Que todo se convierte en Amor, la materia continúa ascendiendo.
Y Shunyata le escuchó cantar y sus pasos la fueron conduciendo, hasta una danza salvaje y animal, que sorpendió vivamente al público que hasta entonces sonreía satisfecho. Era un lamento... pero finalmente, desplegó Maia sus alas de colores y bailando las batía como un pájaro de fuego.
Y la voz de Klaus se desató, como una bandada de pájaros y poderosos toros corriendo.
Y los músicos entraron en éxtasis y los cuerpos del público se movieron, y la pareja que se casó, comenzó a danzar como árboles en el viento, que entremezclan sus ramas, que susurran sus secretos.
Y todos se animaron y bailaron inocentes de nuevo, elecando las manos, contentos, dando gracias a la tierra y al cielo... por un espectáculo tan puro, bello y verdadero.
Y acabaron borrachos, sin haber bebido ni un trago, embriagados de Amor... hasta que salió el Sol, arremolinó los colores, y todos se fueron como la noche... sonriendo satisfechos.
Conecto la electricidad de las palabras a estas instantáneas, labradas con sonidos
Son cromatinidos* de seda y de lana
Bellos y bellas... centellas de la Tierra, vida arcana tan cercana como el abrazo del cuerpo al alma
Caminamos las ideas... lo que se dejan
No hay certezas y a veces, ni pies ni cabeza
En la + explo/implo Shakti/Shiva de las mezclas
Decido renacer sutil
mente en las estampidas del horizonte gigante. Concierto virtuoso ahí delante.
Omnia. Conciencia silente.
Y de repente imaginar y ver atardecer en Júpiter. Nacer en el azul de Neptuno, ponerse sobre los hombros Saturno antes de aterrizar... besar la Tierra y observar el pasado, el presente y el futuro
Y poco a poco, con cada estrella
Atravesar todos los muros
Conciencia en la materia
Sin duda
ni respuesta
La palabra precisa El instante exacto Se suelta como una gota del cielo Desfrunce un ceño Me lleva a mi centro pájaro que vuela hacia adentro Cantando con los ojos ciegos Ruge el motor de la ilusión Explosión de rizos áureos Caracolas del amor Sobre la arena del tiempo Un chispazo durara mi cuerpo Me pongo en lo mejor Cada vez más ligero Observo El mar me va cubriendo Con su gélida emoción Me entrego y nado Cangrejo ermitaño Por las casas que da el campo Y su dormitar ligero y profundo Pelaje de león. Ser es lo contrario a la res que va al matadero numérico, donde no hay tiempo para lo que te gusta ser Por eso un poema es un acto de sedición Infaliblemente no rentable Apunta al corazón desde su boli y tatúa de Amor hasta las cejas, confunde a los robots No leas poemas, cómetelos Y verás la letra pequeña Escrita detrás de la ilusión
Vamos a runear el sábado 10, ya sabes, las runas son esas cositas q siempre te dicen la verdad, como un espejo interior maravilloso, con el cual aprendemos de la sabiduría ancestral de los druidas y de nuestra propia intuición.
En verdad, quien algo quiere, algo le cuesta! es un solo día, pero intensivo, habréis de encontrar un palo de vuestro árbol sagrado preferido, cortar y tallar las runas y pintar los símbolos, además de anotar su significado. Y después, seguirá el compromiso con un@ mism@ de amar la verdad por encima de cualesquiera ilusiones y caminar hacia el vacío, hacia el silencio interior. Quien ya esté en el camino, eso que tendrá avanzado. La recompensa es una bella responsabilidad pero recordamos que solo vaciándonos podemos llenarnos y solo renaciendo conjugamos la vida en el aleph, el presente eterno donde todos los tiempos son aquí y ahora...pero ya hablaremos de estas cosas más detenidamente...
Qué traer?
1- pincel
2-sierra para madera
3-comidita vegana y agua
4- papel y boli
5-pañuelito o esterilla para sentarse
6- un saquito de tela o similar para meter vuestras runas
suben, bajan, dan volteretas y vocean sus ideas en estos tiempos se mojan los versos por dentro ondean en soplos de viento llueven sobre las flores
un círculo de soles atentos a los cúmulos que suben se enredan en el pelo están sedientos de hojas y ojos de viajeros
estos tiempos que vienen con pájaros y conejos gallardos son de trinos y trinares
búhos, mirlos, guacamayas emigrantes diversos pelajes. No obstante comparten todo
el silencio susurra sus secretos orientándonos próximos viajes poco a mucho nos hacemos camino
me arroja el arcoiris una flecha al firmamento y me alimento de misterios en el movimiento de los espejos
llevo el bosque puesto tumbado en el suelo miro hacia dentro el techo orbitante me sube a los pedales y es que este tiempo rueda que rueda hasta el centro del pecho
Érase que se era, una tarántula fiera, que estaba tan orgullosa de su veneno y sus pelillos urticantes, que nadie en toda la selva, osaba acercarse a ella. Pero un buen día, que salió silbando de su madriguera, se encontró con una colega suspendida en una tela. Vió sus formas concéntricas brillando con el rocío... como brillantes ojos de colores, y entonces, la tarántula, quiso hacerse con ella.
-Hola, araña costurera, ¿por qué haces telas tan bellas? -Buenos días araña fiera, las telas, además del rocío, atrapan para mí, moscas y mosquitos. Gracias a mis redes, tengo todo cuanto preciso. -¡Qué suerte tienes! ¿me la vendes? -¿Y con qué podrías pagarme, si ya tengo lo que necesito? -Con tu vida, si te vas, no te la quito. -¡Ay!, araña fiera, no me eches de mi tela, soy tu hermana, la araña costurera -Si te quedas, te lanzo mis pelillos. ¡Vete! por última vez te lo digo. -Tú ganas, araña mala, ya me haré otra tela. Por favor, no me hagas nada.
Y entonces la tarántula, ocupó la casa de su hermana patilarga, pero... era tan pesada que cuando se puso en el medio ¡chas! ¡chas! uno a uno se rompieron los cabos de la telaraña y no le dio tiempo a la tarántula de irse por patas. Y entonces... ¡Zas! (cayó con todo su peso, envuelta como un caramelo, sobre su panza)
-¡Ay!, maldita sea su estampa, me ha engañado esa araña patilarga -¿yo? ¡ja! te lo has ganado, araña despiadada, me has destrozado la tela y encima, ¿me vienes de malas? mereces que te abandone, y que te coma la urraca. -Jajaja, pero qué te has creído, ¿que estamos en España? aquí no hay urracas, pero hay tarántulas. -Ay te quedas, pedante despiadada, te mereces tu suerte, sea este sitio Brasil, Inglaterra o España. -¿Inglaterra dices? ¿por la reina de las abejas? ¡ja! araña inculta, no sabes hacer ni las telas. -Por la reina de las hormigas, dirás, ¡ahí vienen a merendar! -¿A merendar el qué? Ay Dios, protégeme de la muerte. -Te convertirás en hormigas, a no ser qué... -A no ser que ¿qué? lo que quieras, hermana buena. -A no ser que me des tus pelillos y que con tus colmillos, caces para mí, hasta que me haga una nueva tela. -¿Eso es todo? ¡lo haré! lo juro por mis ojos -Y entonces, la araña patilarga, desenvolvió el caramelo de su tela y le dijo a la tarántula. ¡Ya eres libre! cumple tu palabra. Entonces, la araña fiera, fiel a su instinto, quiso hacer de ella, una presa, pero venían las hormigas. Y las dos, se pusieron alerta. subieron a lo alto de un árbol, y allí, se salvaron de ser presas. La tarántula mató un par de moscas, y se dieron un banquete con ellas. -¿En serio quieres mis pelos? sin ellos no hubiera podido cogerlas -Quédate con tus pelillos y dame las patas, ahora...¡seremos hermanas! La tarántula, lloró, mientras le estrechaba las patas -Quién lo hubiera dicho, llorando tú, que eras tan fiera.
-Hoy he aprendido una cosa, querida hermana compañera, y es que leyendo fábulas, lo que no se sabe, se recuerda. Y hasta las arañas tarántulas, que somos bichas bien fieras, valoramos la amistad, por encima de la violencia. -¡Y una cosa más importante! (dijo la araña costurera), ya sea en España, Brasil o Inglaterra, cuidado con las obreras, al servicio de las reinas.