31/12/2020
El cielo pasaba ante mis ojos como los créditos del final de una película.
Los edificios que vieron mi infancia no se acuerdan de mí, aunque viesen mis cicatrices como chemtrails surcando la bóveda celeste.
No me recordarán hasta que renazca. Llevo el peso del mundo en mi corazón y este me suplica volver a la Tierra. Menos mal que el arte me salva, me redime, nos lava la malababa de los que nos amasan y nos cubren los ojos de vendas y metralla.
Sólo hay que mirar un árbol para recordar lo que es cierto y lo que no.
Caerán las hojas de los periódicos y no volverán a florecer. Maktub. Está escrito. Alea jacta est. La suerte está echada. Pero este presente está tejido con los rayos de la luna llena y lleva los anillos de saturno engarzados como cadenas.
Miraré de nuevo un árbol, haré un fuego en la chimenea y la alimentaré con los fantasmas de una ilusión que sigue en pie hasta hacerse luz.
Recogí una jeringuilla en la playa, la puse entre mis dedos y se metamorfoseó en una flor, la estrella de Belén que recorre estos tiempos.
Deje su cruz aquí, dice el del ropero. Dentro solo hay arte. Arte para crear, el mejor de los recuerdos.
27/12/2020
Universo, dame la fuerza del silencio para prender desde mi centro, una hoguera de palabras.
Alzaste un círculo de robles entre las piedras cuyas raíces se hunden en la noche de los tiempos. Amamanta la paz de la diosa negra. Más negra que la bandera de la libertad porque no lleva palos, ni telas. Vive su desnuda verdad.
Esta se asienta en la sabiduría de "haz lo que quieras"
La vida me enseña
de nuevo a caminar.
YULE EN EL BOSQUE
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